En el Reino Unido ha comenzado una investigación judicial por la muerte en Londres de una mujer a la que los médicos extrajeron un ovario en vez del apéndice enfermo. La paciente, una española de 32 años embarazada, murió junto con su hijo no nacido.
La víctima es María de Jesús, que ingresó en el Queen’s Hospital con apendicitis aguda y embarazada de cinco meses. Los doctores diagnosticaron la enfermedad correctamente pero la operación fue llevada a cabo el 23 de octubre de 2011 por dos cirujanos practicantes sin la supervisión de un consultor.
Al salir del hospital los dolores continuaban y la mujer sufrió un aborto espontáneo. Dos semanas después de la operación volvió a ingresar por el fuerte dolor. Estaba sufriendo sepsis, una infección grave de la sangre causada por la apendicitis no tratada. Los médicos trataron de ayudar a De Jesús, pero murió por fallo orgánico múltiple 48 horas después de perder el apéndice.
Su marido, Adelino, de 53 años, interpuso una demanda. El Consejo Médico General del Reino Unido está investigando ocho trabajadores del hospital por negligencia. Ya se ha confirmado que los cirujanos practicantes extrajeron el ovario de la paciente durante la primera operación y las autoridades del hospital han admitido su responsabilidad.
"La muerte de mi esposa podría haberse evitado. Es negligencia, se trata de un homicidio ilegítimo. Si mi esposa hubiera sido tratada por personal plenamente cualificado y se hubiera informado antes del error inicial, podría estar viva", dice Adelino, citado por el diario 'The Daily Mail'. Le quedan dos hijos de María, Pedro y Catarina.
Es una negligencia, se trata de un homicidio
Al salir del hospital los dolores continuaban y la mujer sufrió un aborto espontáneo. Dos semanas después de la operación volvió a ingresar por el fuerte dolor. Estaba sufriendo sepsis, una infección grave de la sangre causada por la apendicitis no tratada. Los médicos trataron de ayudar a De Jesús, pero murió por fallo orgánico múltiple 48 horas después de perder el apéndice.
Su marido, Adelino, de 53 años, interpuso una demanda. El Consejo Médico General del Reino Unido está investigando ocho trabajadores del hospital por negligencia. Ya se ha confirmado que los cirujanos practicantes extrajeron el ovario de la paciente durante la primera operación y las autoridades del hospital han admitido su responsabilidad.
"La muerte de mi esposa podría haberse evitado. Es negligencia, se trata de un homicidio ilegítimo. Si mi esposa hubiera sido tratada por personal plenamente cualificado y se hubiera informado antes del error inicial, podría estar viva", dice Adelino, citado por el diario 'The Daily Mail'. Le quedan dos hijos de María, Pedro y Catarina.
Polémica en Escocia por el caso de un hombre que falleció por haber sido dado por muerto
En el Reino Unido ha comenzado una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte de un escocés. El hombre fue declarado muerto después de caer desde un puente, pero mostró "signos posibles de vida" luego de ser llevado a la morgue.
Según el diario 'The Daily Mail' el pasado viernes por la noche el hombre, de unos 40 años de edad, se cayó del puente Kessock Bridge en la ciudad de Inverness, en Escocia, muy famoso entre los suicidas. El hombre pasó 10 minutos en el agua fría, de donde le sacaron los socorristas en un bote salvavidas. Ante la ausencia de médicos, debido a lo avanzado de la noche, los propios rescatistas le dieron por muerto y trasladaron su cuerpo a la morgue del hospital Raigmore.
Los empleados de la institución quedaron muy sorprendidos al encontrar síntomas de vida en el supuesto cadáver y llamaron rápidamente a los paramédicos, que trataron de resucitar al hombre, aunque sus intentos resultaron infructuosos. El hombre fue declarado muerto por segunda vez.
Las autoridades sanitarias de Escocia, NHS Highland, confirmaron que la alarma se produjo cuando al examinar el cuerpo, el personal de la funeraria tuvo sospechas de que había "posibles señales de vida". "El Servicio de las Ambulancias de Escocia y el equipo interno para tratar paros cardíacos asistieron (a la examinación) y de inmediato iniciaron la reanimación. A pesar de la evidencia de signos de vida no fue posible reanimarlo", dijo el portavoz del NHS Highland.
Los empleados de la institución quedaron muy sorprendidos al encontrar síntomas de vida en el supuesto cadáver y llamaron rápidamente a los paramédicos, que trataron de resucitar al hombre, aunque sus intentos resultaron infructuosos. El hombre fue declarado muerto por segunda vez.
Las autoridades sanitarias de Escocia, NHS Highland, confirmaron que la alarma se produjo cuando al examinar el cuerpo, el personal de la funeraria tuvo sospechas de que había "posibles señales de vida". "El Servicio de las Ambulancias de Escocia y el equipo interno para tratar paros cardíacos asistieron (a la examinación) y de inmediato iniciaron la reanimación. A pesar de la evidencia de signos de vida no fue posible reanimarlo", dijo el portavoz del NHS Highland.