martes, julio 17, 2012

Células del cordón umbilical hechas células neuronales

Podrían resultar útiles para el tratamiento de una amplia gama de gama de patologías neurológicas.

Desde hace más de 20 años se han utilizado las células procedente de la placenta y del sangre cordón umbilical después del parto para tratar una variedad de enfermedades, desde el cáncer, pasando por los trastornos del sistema inmune a la sangre o las enfermedades metabólicas.

Ahora, un equipo de del Instituto Salk (EE.UU.) y del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, han desarrollado una nueva vía para convertir las células de sangre de cordón umbilical en células neuronales que podrían resultar útiles para el tratamiento de una amplia gama de gama de patologías neurológicas, como el ictus, las lesiones cerebrales traumáticas o la lesión de médula espinal.

Los investigadores, coordinados por el español Juan Carlos Izpisúa, han demostrado que estas células, que provienen del mesodermo -la capa media de las células germinales embrionarias-, pueden convertirse en células ectodérmicas, implicadas en el desarrollo neuronal. « Este estudio demuestra por primera vez la conversión directa de una población pura de células humanas de sangre de cordón umbilical en células de linaje neuronal a través de la expresión de un único factor de transcripción», señala Izpisúa Belmonte, cuyo trabajo se ha publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

A diferencia de estudios anteriores, en los que hicieron falta múltiples factores de transcripción para convertir células en neuronas, este método sólo requiere un único factor de transcripción.


Usos múltiples

Los investigadores subrayan que estas células se podría usar, en el futuro, en el tratamiento de enfermedades neurológicas como el autismo, la esquizofrenia, el párkinson alzhéimer.

Las células de sangre del cordón umbilical, dicen los investigadores, ofrecen una serie de ventajas sobre otros tipos de células madre. En primer lugar, no son células madre embrionarias y por tanto no plantean debates éticos. Son más plásticas o flexibles que las células madre adultas procedentes de fuentes como la médula ósea, lo que las convierte en más moldeables para convertirlas en linajes de células específicas. Por último, el método para obtenerlas es seguro e indoloro y no representa ningún riesgo para el donante, y se pueden almacenar en bancos de sangre para su uso posterior.