viernes, septiembre 14, 2012

El secreto de las hormigas, su «supernariz»

Tienen cinco veces más receptores de olores respecto a otro insectos, hecho clave en el éxito de su organización social.

Desde tiempos ancestrales al humano siempre le ha sorprendido la capacidad de las hormigas de formar colonias altamente organizadas con una estricta divisón del trabajo y una exitosa comunicacón entre ellas para resolver problemas complejos.

Esto es gracias a que las hormigas tienen un excepcional sentido del olfato. Poseen cinco veces más receptores del olor que cualquier otra especie de insectos, según un estudio publicado por la revista «PLoS Genetics».

El descubrimiento ha sido realizado por un equipo de investigación de la Universidad Vanderbilt de Nashville (EE.UU.), que ha realizado el primer mapa completo del sistema utilizado por las hormigas en su sentido del gusto y del olfato.

Ahora la hipótesis señala que esta gran capacidad de percepción de los olores habría podido permitir a estos insectos desarrollar el alto nivel de organización social que ha convertido a las hormigas en una de las familias de insectos de mayor éxito del planeta.

 

 

La comunicación química


Estos insectos -conocidos por ser muy trabajadores- poseen genes para desarrollar cerca de 400 distintos receptores del olfato, proteínas especiales que captan olores diversos. Un dato curioso comparado con las mariposas que tienen cerca de 52, los mosquitos de la fruta poseen 61 y las moscas de 74 a 158, así como las avispas tienen 174.

«La comunicación química juega un papel importante en el comportamiento de las hormigas», asegura Laurence Zwiebel, profesor de biología que ha dirigido el estudio sobre las hormigas, en concreto sobre las Camponotus floridanus y Harpegnathos saltator.

El sistema olfativo de la mayoría de insectos está centrado en sus antenas y está compuesto por tres clases diversas de receptores: el de olores (ORs), el de gustos (GRs) y el de ionotrópicos, cuya función es la de identificar compuestos tóxicos y venenosos.

El estudio ha revelado que hay grandes diferencias entre los receptores que se encuentran en las antenas de machos y hembras. Los primeros tienen solo un tercio de ORs, respecto a las hembras, un resultado sorprendente ya que el papel primario de los machos se limita a la fecundación de los huevos.