En México, uno de cada tres bebés padecen obesidad y dos de cada diez pequeños, anemia, sin que sus madres lo sepan. ¿Por qué se presentan estos problemas a tan temprana edad? Porque los niños no están recibiendo la alimentación adecuada.
De acuerdo a planetamama.com.ar, durante los primeros seis meses de vida de un bebé, la leche materna se convierte en el alimento exclusivo para este ser, ya que protege al niño y refuerza su sistema inmunológico.
Al rebasar estos meses de edad es necesario que las madres den a sus bebés una alimentación complementaria, pues la leche materna ya no es suficiente por sí sola y es necesario que el niño ingiera otro tipo de alimentos para cubrir sus necesidades nutricionales.
Aunque no lo creas, el tema de la alimentación complementaria es uno de los grandes retos que deben afrontar los pediatras, ya que las madres suelen desconocer del tema y suelen hacerles más caso a las abuelas, a las amigas, a los libros y las revistas que a los consejos de los propios especialistas.
¿Cuándo es la edad apropiada para iniciar con la alimentación complementaria? Hay quienes, por ignorancia, llegan a alimentar con otras cosas a los bebés desde los 15 días de nacido; hay quienes lo hacen a los dos meses de edad. Lo cierto es que desde 1999, la norma establece que debe proporcionarse a partir de los seis meses de nacido.
¿En qué debe basarse la alimentación complementaria? En conferencia de prensa, la nutrióloga Paulina Canchola Rico señaló que, de acuerdo a un estudio, la mayoría de las madres mexicanas dan hígado, pollo, frijoles, huevo y atoles a sus hijos para complementar la lactancia.
La experta en nutrición asegura que quienes lo hacen, están cometiendo un grave error, ya que en primera, se tratan de alimentos muy pesados para el pequeño estómago de un bebé, el cual es del tamaño de su planta del pie, y en segundo, porque pueden aportar más grasas y azúcares de las que en realidad necesita.
Así que Canchola indicó que para realizar esta transición en la alimentación de los bebés, lo indicado es hacerlo con los cereales especiales para dichas edades, como los que produce Gerber, un alimento que será trascendental en el excelente desarrollo del pequeño hasta que éste cumpla los dos años de edad.
"Un bebé de entre seis y ocho meses de edad necesita cerca de 680 kilocalorías en el día; uno de entre nueve y once meses requiere 830 kilocalorías y un niño de entre uno y dos años más de mil kilocalorías para llevar adecuadamente sus actividades. La leche materna no proporciona más de 500 kilocalorías", explicó la nutrióloga.
Los cereales infantiles aportan las cantidades de nutrimentos como hierro, vitamina C, , minerales y proteínas para que el bebé tenga un desarrollo idóneo; también, brindan los hidratos de carbono necesarios que le dan al pequeño la energía necesaria para crecer, sin llegar a padecer obesidad.
Además, los cereales especializados para bebés son hechos por medio de hidrólisis, el cual es un proceso de pre digestión, en donde se rompen los almidones de los cereales, lo cual produce en el bebé una mejor digestión y absorción del mismo, evitando así que el menor genere una alergia a este alimento.
También, los cereales ayudan a que los pequeños desarrollen excelentes hábitos de alimentación desde muy temprana edad, pues le dan sensación de saciedad al bebé, lo cual le ayudará a regular el consumo de otros alimentos.
Un bebé está listo para hacer la transición a una alimentación complementaria cuando:
Duplicó su peso al nacer
Se siente con apoyo
Levanta y sostiene su cabeza
Tiene hambre después de haber sido amamantado
Toma cosas con la mano
Puede tragar
El cereal de arroz es comúnmente la primera opción que se le da al bebé, ya que es el más fácil de digerir, además tienen una suave y fina textura apropiadas para él. El cereal de avena resulta otra buena opción para este inicio.
Los expertos sugieren incluir cereales en el desayuno, pues el bebé se mantendrá con energía por 24 horas; también, sugieren dar 30 gramos de cereal al día, en dos porciones de 15 gramos cada una, lo cual equivale a tres cucharaditas.
No olvides que una alimentación adecuada para un niño de más de seis meses de edad es aquella que incluye, además de los cereales, frutas y vegetales, así como proteínas y grasas.