Ser mamá primeriza es un mundo de descubrimientos donde es imposible no cometer errores. Sin embargo, tener la tranquilidad para ir paso a paso aprendiendo a mantener el control y cuidar de buena manera al niño o niña, es primordial.
El pediatra de la Clínica Las Condes, Mauricio Yunge recomienda que las mamás- en conjunto con los padres- “aprendan a tomarse descansos aunque sean cortos y seguidos, y que tengan una buena red de apoyo, que puede ser la abuela, la tía, la nana, una cuidadora, etc”. La psicóloga Maribel Corcuera, por su parte, apela al instinto materno y a no improvisar la manera de cuidar a los niños. “Sintonízate con tu bebé y vas a saber lo que necesita”, afirma.
Para poder facilitar el proceso de la llegada del bebé, los especialistas te cuentan qué equivocaciones evitar y cómo lograr la tranquilidad necesaria.
Abrigarlos excesivamente: Algunas madres tienden a vestir a los bebés con demasiada ropa y a cubrirlos con mantas hasta que los niños sudan y su cara enrojece. Esto no es necesario, puesto que depende de la temperatura ambiente. Mauricio Yunge, advierte que “cuando uno los abriga mucho se produce una alergia en la piel, la sudamina, porque el sudor los irrita y se les pone la cara roja”. Sin embargo, el médico reconoce que “es parte del aprendizaje que hacen las mamás durante el primer mes”.
Bañarlos diariamente: Por costumbre diaria y por mantener la higiene, muchas mamás bañan todos los días a sus hijos. Pero no es necesario, a menos que se humecte muy bien la piel del bebé ya que podría resecarse con un baño de larga duración. Además, el pediatra sostiene que “si el baño empieza a ser un momento grato para los padres y para el bebé, es bueno porque los relaja y prepara para un mejor sueño en la noche”. De lo contrario, se recomienda hacerlo dos veces por semana.
Que nadie los tome ni se acerque: El miedo a que quienes se acerquen a los bebés les contagien enfermedades o que ante cualquier movimiento salgan lastimados, es una preocupación constante en la mayoría de las madres. “Pueden sacarlos, pueden ir de visitas a otras casas siempre que no haya personas enfermas, teniendo especial cuidado con niños pequeños que son quienes pueden contagiar más a los recién nacidos”, explica Yunge, quien además aclara que los cuidados deben extremarse durante el invierno.
Cortarles el pelo: El cabello de los bebés no es definitivo hasta después del primer mes, por lo que raparlos no hará que crezca más fuerte, como muchos piensan sino que depende de la herencia genética. “Es preferible cortarles el pelo más que pelarlos, pero importa poco porque el pelito va cambiándose sólo a partir del tercer mes, entonces no tiene mucho sentido, además de que el pelo tiene un rol protector para la cabecita”, dice Yunge, ya que pierden calor a través de la cabeza.
Limpiarlo todo: La higiene es fundamental durante los tres primeros meses de vida de los bebés, aunque después no es necesario extremar las medidas de limpieza ni esterilizarlo todo. El pediatra Yunge afirma que “no hay que ser obsesivos con el aseo ambiental. Basta limpiar con agua y jabón las mamaderas, y esterilizarlas una vez por día, por ejemplo”.
Silencio completo: Muchas madres primerizas mantienen la casa en pleno silencio mientras los bebés duermen durante el día. No obstante, “es mejor acostumbrarlos a un ambiente normal de manera que puedan aprender a despertar y a dormir con el ruido habitual”, explica Mauricio Yunge, mientras agrega que de no hacerlo, el bebé se despertará ante cualquier sonido y no podrá dormir.
Llevarlos a urgencias: Cualquier síntoma de enfermedad despierta los miedos de las madres primerizas y conduce al servicio médico de urgencias. Yunge sostiene que “en los centros de urgencia hay otros niños que están enfermos y el contacto con ellos mientras esperan puede hacer que se enfermen, así que es mejor que lo observen y que tengan la opción de conversar con el pediatra y aprender qué hacer ante situaciones banales”.
La importancia del instinto maternal
Leer libros: Por más opiniones que se puedan recibir de familiares o amigos, la psicóloga Maribel Corcuera recomienda seguir siempre el instinto maternal. “Cuando se ve al bebé, cuando la mamá se acerca y no pretende explicarlo a través de un libro, es cuando lo logra entender”. Además sugiere informarse antes, pero no en exceso, para no caer en la ansiedad y el perfeccionismo.
El exceso de normas: No es bueno dejar a un lado a los niños para que no sean “malcriados”. “Hay que regalonearlos, a un recién nacido jamás lo van a malcriar porque esté en brazos. El regalonearlos no quiere decir que no le hagan hábitos”, dice Corcuera, que agrega que “no se trata de que es regimiento donde yo soy la mamá y tú eres el bebé, los hábitos son una tranquilidad para el bebé de que tendrá lo que necesita”.
Apurarlos: Entre las dudas más recurrentes de las madres se cuentan los hitos del desarrollo, pero Corcuera aclara que no todos los niños tienen los mismos tiempos y que hay rangos normales para que lo niños, por ejemplo, dejen los chupetes.
Improvisar la crianza: Una de las cosas más importantes es que las primerizas tengan una idea de la forma en que quieren criar a sus hijos, sin improvizar. “Por ejemplo, le voy a tener su pieza o no, quiero que duerma conmigo o no. Hay cosas que es bueno preguntárselas antes”. Así tambien, si no tienen experiencia de ningún tipo con bebés, es positivo averiguar cómo bañar, cómo mudar, cuándo alimentar, para mantener la tranquilidad.
Descontrol de emociones: luego del parto las mujeres pasan por un periodo de sensibilidad, por lo que debieran consultar al ginecólogo o a las matronas, qué síntomas podrían sentir para no asustarse con la presencia del bebé. “En la medida que puedas explicar la emoción que sientes vas a estar más tranquila”, afirma Maribel Corcuera.