viernes, noviembre 08, 2013

Desarrollan un motor nuclear con 100 años de autonomía

Ingenieros estadounidenses están diseñando un motor nuclear que permitirá que un automóvil funcione con ocho gramos del combustible sin recarga durante 100 años. Aseguran que será ecológico y absolutamente seguro para la salud.

Laser Power Systems (LPS), de EE.UU., está trabajando en un motor que funcione a base de torio, un elemento radioactivo y uno de los materiales más densos del planeta. Según destacan los diseñadores, es un combustible perfecto, ya que un gramo genera más energía que 28.000 litros de gasolina. En comparación con los demás materiales radioactivos, produce unas 10.000 veces menos residuos y no produce una reacción de cadena sin una serie condiciones especiales, con lo cual, en caso de accidente, su desintegración dentro del reactor se detendrá automáticamente.

La última versión del motor capaz de resolver el problema de los gases de efecto invernadero pesa 227 kilos y es suficientemente pequeño para caber en el capó de la mayoría de los coches convencionales. Funciona gracias a un láser basado en torio, cuyo haz crea vapor de agua dentro de miniturbinas, generando electricidad para conducir un coche. La empresa asegura que no hay amenaza alguna para la salud humana ya que los efectos radioactivos del torio se pueden neutralizar con una capa de papel aluminio.   

Sin embargo, LPS advierte que es muy poco probable que su innovación interese a los productores de coches, que están mucho más interesados en los motores a base de gases. Según los comentarios del director ejecutivo de la compañía, Charles Stevens, a mashable.com, la industria automovilística será la última en aceptar la tecnología y solo empezará a considerar la posibilidad tras décadas de uso del torio en otros sectores.


Unos estudiantes diseñan un brazo robótico 'superpoderoso' y 'superbarato'


El premio internacional James Dyson que se otorga por innovaciones en diseño industrial anunció sus galardones 2013. El primer lugar ha sido para estudiantes de la Universidad de Pennsylvania, EE.UU., por desarrollar un exoesqueleto revolucionario.

Titan Arm, diseñado por Nick Parrotta, Elizabeth Beattie y Nick McGill, es un exoesqueleto para la parte superior del cuerpo que aumenta la fuerza del brazo del portador en 18 kilos. A diferencia de sus análogos, el sistema es compacto, ligero, móvil y extremadamente barato: en vez de los 100.000 dólares convencionales, costó 2.000 dólares.

Es un sistema imprimido en 3D que se alimenta de pilas. Las pilas se colocan en la espalda del portador y se conectan al brazo robótico a través de cables e hilos. Según los autores, el dispositivo sería muy útil para la medicina, para facilitar el proceso de rehabilitación después de traumas graves. Otro uso posible sería aliviar la vida de los especialistas cuyas profesiones están relacionadas con levantar peso con frecuencia.

Los tres estudiantes estadounidenses ganaron a 650 participantes de todo el mundo y obtuvieron unos 48.000 dólares para seguir desarrollando su obra y otros 16.000 como premio para el Departamento de Ingeniería de la Universidad de Pennsylvania, de donde proceden.