El Sol terminará con la vida terrestre dentro de 2.800 millones de años, cuando nuestro planeta será demasiado caliente incluso para los microbios más resistentes, según un nuevo estudio astronómico.
Pero mucho antes, dentro de 1.000-2.000 millones de años a partir de ahora, la superficie de la Tierra comenzará a calentarse y los océanos a hervir. Entonces la vida estará representada principalmente por microbios, pero que desaparecerán después de otros 1.000 millones de años, cuando el planeta se caliente a más de 140 ºC, umbral en que el ADN se rompe, explicó O’Malley-James en la investigación que ha sido aceptada para su publicación en la revista 'International Journal of Astrobiology'.
Es difícil predecir la evolución de la vida, puede tener trucos bajo la manga para hacer frente a cambios ambientales extremosSegún el pronóstico a largo plazo de los investigadores, que utilizaron modelos de reacciones químicas que se producen en la atmósfera y biosfera, muestra que las temperaturas de la Tierra comienzan a elevarse lentamente, formando más vapor de agua, lo que resulta en un constante flujo de dióxido de carbono a la atmósfera.
Las plantas serán las primeras que empiecen a desaparecer cuando no puedan resistir los altos niveles de emisión de CO2. A medida que más especies de plantas se extingan, también lo harán los animales que dependen de ellas como fuente de alimento y oxígeno.
Los investigadores esperan que este estudio impulse una búsqueda más razonable de vida fuera de la Tierra, incluso en los lugares menos pensados.
"Es difícil, si no imposible, predecir la evolución de la vida, puede tener trucos bajo la manga para hacer frente a estos futuros cambios ambientales extremos", dijo O’Malley-James.
Una supernova explotará en la Vía Láctea en los próximos 50 años
Los científicos afirman que en los próximos 50 años en la Vía Láctea podría producirse la explosión de una supernova, algo que ampliaría significativamente el conocimiento de este tipo de cuerpos celestes.
Según el artículo publicado en la revista 'Astrophysical Journal' la posibilidad de observar el fenómeno en el rango de luz infrarroja es de casi el 100% mientras que la probabilidad de percibirla en el rango visible se reduce hasta el 20%.
Los científicos creen que las supernovas explotan en nuestra galaxia una o dos veces cada 100 años, mientras que en otras galaxias esto sucede cada pocos días. Verlo directamente no es fácil, ya que en el rango visible lo impiden las pequeñas partículas de polvo, que no afectan en modo alguno a las observaciones en el rango infrarrojo.
Los astrónomos planean capturar el momento justo del fenómeno con un detector de neutrinos, que la supernova emite desde el comienzo de la explosión, mientras que percibir el estallido en el rango de la luz infrarroja o visible es algo que puede llevar minutos, horas o incluso días.
Sin embargo, los neutrinos no solo lo emiten las supernovas, sino también el Sol y los reactores nucleares, algo que puede complicar el proceso de observación. De acuerdo con los científicos, para la detección de los neutrinos de la supernova se utilizará el detector japonés Super-Kamiokande, lo suficientemente grande y potente como para determinar también la dirección desde la cual llegan las partículas.