Lo hicieron a partir de tejidos de frutas alojadas en una capa de hielo permanente. La silene stenophylla, además, es fértil y produce flores blancas. El experimento prepara el camino para el renacimiento de otras especies.
Un equipo de científicos rusos logró regenerar una planta de la era del hielo. Lo hizo a partir de los tejidos de frutas que, junto con semillas, permanecieron alojadas durante más de 30.000 años en el permafrost siberiano (una zona de capa de hielo permanente), en un experimento que prepara el camino para el renacimiento de otras especies.
La silene stenophylla es la planta más vieja que haya sido regenerada; además, es fértil y produce flores blancas y semillas viables. La planta regenerada es muy similar a su versión moderna, que aún abunda en la misma área en el nordeste de Siberia. Investigadores canadienses habían regenerado previamente plantas más jóvenes a partir de semillas encontradas en lugares similares.
En el artículo que publicaron hoy en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos que llevaron a cabo el experimento sostuvieron que el mismo prueba que el permafrost, la capa permanentemente congelada en los niveles superficiales del suelo de las regiones muy frías, sirve como depósito natural de formas de vida ancestrales.
"Consideramos esencial continuar los estudios del permafrost en busca de genes de poblaciones ancestrales, vidas anteriores, que hipotéticamente han desaparecido de la Tierra", expresaron los científicos.
El equipo ruso recuperó las frutas tras examinar decenas de madrigueras fosilizadas ocultas bajo depósitos de hielo en la margen del río Kolima, en Siberia, entre sedimentos de entre 30.000 y 32.000 años. Los sedimentos estaban firmemente cimentados y a menudo cubiertos completamente de hielo, lo que hacía imposible la filtración de agua, creando una cámara natural de congelación completamente aislada de la superficie.
"Las ardillas cavaron la tierra congelada para construir sus madrigueras, que tienen el tamaño de una pelota de fútbol, colocando paja primero y luego pelaje animal para crear una cámara perfecta de almacenamiento, un criobanco natural", dijo Stanislav Gubin, uno de los autores del estudio.
En declaraciones a la agencia AP desde la ciudad rusa de Pshchino, donde tiene su laboratorio, Svetlana Yashina, del Instituto de Biofísica Celular de la Academia de Ciencias de Rusia, se mostró confiada en que el equipo pueda continuar sus estudios y regenerar más especies de plantas.