Las granadas son un afrodisíaco natural, e incluso las comparan con el «efecto viagra».
Así lo han comprobado 58 personas de ambos sexos, entre 21 y 64 años,
que bebieron un vaso de zumo de esta fruta durante dos semanas.
Al
final de la quincena sintieron un aumento de testosterona, la hormona
que produce deseo sexual. Lo ha confirmado un estudio realizado por los
investigadores de la Universidad Queen Margaret en Edimburgo.
Tanto
hombres como mujeres no sólo experimentaron un incremento de apetito
sexual, sino también hubo cambios en otros aspectos. En los varones
aumentó el vello facial, e incluso su voz cambió, mucho más grave; y en
las mujeres, que se produce el deseo en las glándulas suprarenales y en
los ovarios, también vieron un fortalecimiento en los huesos y músculos.
El aumento de la testosterona produce otros efectos que benefician a la salud, como el aumento del nivel de ánimo, de la memoria, y, también, reduce la hormona del estrés (cortisol).
Además, en esta investigación han descubierto que el zumo de granada
tiene muchos antioxiodantes, lo que significa que éstos ayudan a
prevenir enfermedades del corazón porque favorece a la circulación sanguínea. Mientras que el nivel de la hormona sexual aumentaba hasta un 30%, la presión artirial caía en picado.
Por
otro lado, los investigadores de la universidad de Edimburgo también
han confirmado que tomar zumo de granada ayuda a combatir el cáncer,
aliviar los síntomas de la osteoartritis y los trastornos estomacales y
la conjuntivitis.