viernes, julio 27, 2012

De Montreal 76 a Londres 12: Las canciones de los JJ.OO.

De la estética soviética de Moscú 80 a la extravagancia de Bjork en Atenas 04, pasando por Gloria Estefan o el inolvidable dúo formado por Mercury y Caballé para Barcelona 92.

Björk, Gloria Estefany Monstserrat Caballé, las tres han interpretado en distintos años la canción oficial de los Juegos Olímpicos.

A lo largo de la historia, los Juegos Olímpicos y la música han formado una pareja perfecta. En cada edición, el himno oficial ha acompañado a los deportistas en las competiciones y a los espectadores en las retransmisiones por televisión.




«Survival», del grupo británico Muse ha sido la elegida este año. «Survival trata de la total convicción y la pura determinación de ganar», han señalado los miembros de la banda. Un concepto presente en la mayoría de las bandas sonoras olímpicas. Hacemos un repaso de las más famosas de la historia reciente.

«Bienvenue à Montréal». El tema oficial de Montreal 76, los primeros Juegos que tuvieron un himno con letra, recordaba más a la sintonía de una serie de dibujos animados de la época que a una canción olímpica. El intérprete era René Simard, un joven de 15 años, con una voz muy aguda. El título tampoco era muy original: Bienvenido a Montreal. En el vídeo, las imágenes del cantante adolescente se van alternando con las de la gimnasta Nadia Comanecci.

«Olimpiada». El himno oficial de las Olimpiadas de Moscú 80 fue un tema con poco gancho, compuesto por Robert Rozhdestvensky y David Tukhmanov y cantado en ruso por el intérprete estonio Tonis Magi, muy conocido en su país. Con un look todavía setetentero, pelo rubio a lo juglar y pantalón de campana, la puesta en escena está muy lejos de la espectacularidad de los últimos años en los Juegos.

«Reach Out». Con mucho más ritmo que las anteriores, llegó la canción oficial de Los Ángeles 84. Interpretada por el cantante norteamericano de música pop Paul Engemann, y compuesta por el italiano Giorgio Moroder, consiguió el número uno en Alemania antes de convertirse en himno olímpico.

«Hand in Hand». Con una estética muy ochentera (no hay más que ver el pelo de la chica), y una melodía que recuerda al «We are the world», el grupo Koreana fue el encargado de ponerle voz, en inglés, al tema de Seul 88. La letra decía cosas tan bonitas como: «De la mano podemos empezar a derribar los muros que se interpongan entre nosotros para siempre».

«Barcelona». Interpretada por el inolvidable dúo formado por el vocalista de Queen, Freddie Mercury, y la soprano española Montserrat Caballé, se convirtió, cinco años después de su publicación en el disco «Barcelona» (1987) de Mercury, en el himno oficial de los Juegos del 92. La más espectacular de las canciones olímpicas, hasta ese momento, no pudo ser interpretada en directo por el líder de Queen en la ceremonia inaugural porque falleció un año antes, en 1991, a causa del sida.

«Reach». La cantante de origen cubano Gloria Estefan fue la encargada de ponerle voz a los Juegos de Atlanta 96. El tema, compuesto por la norteamericana Diana Warren, alcanzó un gran éxito y tuvo incluso una versión en español, traducida como «Puedes llegar», en la que cantantes latinos como Ricky Martin, Jon Secada, Julio Iglesias o Plácido Domingo, acompañaban a Estefan.

«The Flame». La popular cantante australiana Tina Arena fue la elegida para cantar el himno de Syndey 2000, junto al coro de niños de la ciudad olímpica. Una balada de estilo pop nada emocionante y con un título muy acorde con la cita olímpica «La llama».

«Oceania». La mística canción de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 es de origen islandés. Compuesta por el poeta y novelista Sjon e interpretado por la cantante Björk, el resultado fue algo muy raruno, como ella, y con un ritmo poco «olímpico». A algunos sí debió gustarles porque, en 2005, fue nominada a al Grammy a la «Mejor interpretación vocal femenina de pop».

«You and me». Siguiendo la estela de Bjork, el tema de Pekín 2008 tampoco fue una canción alegre y festivalera. Interpretada por el cantante chino Liu Huan y la británica Sarah Brigtman, era suave y con un mensaje muy tierno: «Tú y yo somos de un mismo mundo de una misma familia», en el videoclip aparecen imágenes de niños, jóvenes y mayores de todos los rincones del planeta.