Hace
8.000 millones de años, mucho antes de que nuestro planeta existiera,
los rayos de luz emitidos por un lejanísimo grupo de galaxias empezaron
su largo camino hacia la Tierra. Sólo cuando llevaban ya más de tres mil
millones de años luz de viaje la Tierra empezó a formarse a partir del
material sobrante del Sol, que había nacido poco antes.
Una galaxia en esperial a 60 millones de años luz de la Tierra |
Tuvo
que pasar toda la historia de nuestro mundo para que esos rayos
luminosos, por fin, llegaran hasta nosotros y fueran recogidos por una
excepcional herramienta astronómica recién inaugurada, la Dark Energy Camera,
que captó esa luz el pasado 12 de septiembre y que ha sido concebida
para resolver uno de los mayores misterios de la Ciencia actual: el de la energía oscura (no confundir con la materia oscura), una extraña fuerza que se opone a la gravedad y que los investigadores creen que es responsable de que la expansión del Universo, en lugar de frenarse, se esté acelerando sin que nadie sepa el por qué.
Se trata, en pocas palabras, de la cámara más potente y sofisticada nunca utilizada para observar el Universo. Tiene 62 sensores que, juntos, dan una resolución de 570 megapíxeles, la mayor nunca utilizada para la exploración espacial. Su planificación y construcción ha llevado ocho años de trabajo de científicos, ingenieros y técnicos de tres continentes. Y sus primeras fotografías, como la que encabeza estas líneas (la galaxia NGC 1365, a 60 millones de años luz de la Tierra), se tomaron el pasado 12 de septiembre.
"Este
logro -asegura James Siegrist, director científico del instrumento-
inaugura toda una nueva era en nuestra exploración de las fronteras
cósmicas. Los resultados de nuestros estudios nos llevarán más cerca de
comprender el misterio de la energía oscura y lo que ésta significa para
el Universo".
La cámara se construyó en los laboratorios del Acelerador Nacional Fermi y se montó en el telescopio Víctor M. Blanco en la Fundación Nacional de Ciencia Cerro Tololo, en Chile, como parte del programa norteamericano de Astronomía Óptica (NOAO). Con este dispositivo, del tamaño de una cabina telefónica, físicos y astrónomos creen poder adentrarse en los misterios de la energía oscura, la poderosa fuerza que obliga al Universo a expandirse cada vez más rápido.
Un barrido del cielo en cinco años
"La
Dark Energy Camera -asegura por su parte Brenna Flaugher, científico
del Fermilab- nos ayudará a entender por qué la expansión del Universo
se está acelerando en lugar de ralentizarse debido a la gravedad".
Las capacidades de la nueva cámara, desde luego, son impresionantes. De hecho, es capaz de captar, en cada imagen, la luz de más de cien mil galaxias a más de ocho mil millones de años luz de distancia.
Unas prestaciones que permitirán emprender el mayor estudio de galaxias
jamás llevado a cabo hasta ahora. Lo cual permitirá estudiar con
detalle sus movimientos y obtener pruebas de la acción de la energía
oscura.
La
cámara estará a pleno rendimiento en diciembre, una vez terminadas
todas las pruebas iniciales. A partir de ese momento, comenzará un barrido del cielo que durará cinco años y que dará como fruto imágenes en color y en una definición sin precedentes, de 300 millones de galaxias, 100.000 cúmulos galácticos y cerca de 4.000 supernovas.