La sexualidad es una aventura. Una experiencia para gozar, expresarse y dar rienda suelta a ese lado más salvaje que solo se enciende cuando dos cuerpos se unen en un momento de pasión, entrega y amor.
Noches, tardes y días enteros de amor son el panorama ideal de cualquier pareja que vive sus encuentros amorosos con dedicación. Es que es también uno de los “ejercicios” más completos para quemar calorías y el mejor “remedio” para cualquier malestar emocional e incluso físico.
Sin embargo, no siempre el encuentro entre dos en la cama es tan perfecto como en las películas ni como pensamos en nuestra mente y fantasías. Es que la realidad, las costumbres y los gustos del compañero sexual no siempre son las que más nos agradan.
Entonces, para conocer cuáles son, le pedimos al sexólogo doctor Mauricio Salas que nos ayudara a descubrirlas y que nos explicara el por qué a las mujeres no nos gustan estos gestos, actitudes y comportamientos masculinos antes, durante y después del sexo.
Pero antes del detalle, el especialista propone que antes de cualquier encuentro amoroso ambos deben revisar y mejorar la imagen que tienen sobre sí mismos, autoquererse, prepararse y arreglarse física y emocionalmente. Es decir, mantener una predisposición positiva hacia lo que va a suceder en el contacto íntimo que se tendrá con otra persona. Y para ello, prohibido el ajo y la cebolla, ropa interior gastada e higiene deficiente.
Agrega que los prolegómenos, el cómo se genera el vínculo son cruciales, porque abordan el tema de la empatía, aceptación y reconocimiento hacia el otro, para que el marco en que se de la relación esté cargada de contenido amoroso. Esto incluye, regalos, llamadas por teléfono, mails y textos, que expresen lo especial, espectacular e importante que es la persona con quien se estará al atardecer, anochecer y amanecer.
Las 10 conductas que nos cargan
1.- Que nos aprieten demasiado: El hombre le gusta que lo tomen más firme, pero a la mujer más suave. Ambos tienen que aprender a hacer las caricias que más les gusta a su compañero. Hay que tener en cuenta que con la descarga de feromonas en el orgasmo te haces más insensible al dolor. Por eso es un tema que se tiene que conversar en forma posterior al coito sino puede generar un problema mayor.
2.- Muy babosos: La saliva en momentos de pasión no molesta, pero cuando es un exceso y el cuerpo entero huele a baba, no es para nada agradable. Lo recomendable es no exagerar si ella dice que no le agrada sentirse así. Las primeras veces tienes que ir de a poco para ver cuáles son los límites y hacerlos explícitos para que nadie se confunda.
3.- Narcisistas: En la sexualidad está involucrado la mente, cuerpo, creencias, sentimientos, pensamientos. Si él es narciso y toma a su pareja como un objeto de su placer está perdido. La pornografía ha hecho que los hombres actúen como autómatas del sexo y las mujeres siguen esperando al amante ideal. Hay que jugar, no ser tan graves y ser más flexibles.
4.- Caras “raras”: Si es muy extraña cuando está teniendo un orgasmo puede llegar a cortar el momento. Pero hay que entender que son caras de dolor, placer y son involuntarias, porque se produce un bloqueo de los centros cerebrales del control, de ahí que le llamen la “pequeña muerte” hay una desconexión con el cuerpo y una conexión universal, la gran lluvia de estrellas.
5.- Hacerlo con calcetines o poleras. Se sabe que los hombres son, en su mayoría, poco estéticos y algunos muy impacientes que solo se desnudan lo que les sirve. Este es otro tema para abordar en la comunicación sexual. Sin embargo, se ha visto que en las mujeres cuando se ponen calcetines, tienen mayor posibilidad de tener orgasmos, porque mantienen la temperatura corporal lo que produce que haya mayor flujo a nivel de la parte genital. Ojo, solo en las mujeres.
6.- No se callan y desconcentran: Todo depende lo que uno hable y los gustos de la persona. En general a la mujer le gusta que uno les hable sobre la relación, que son hermosas, amadas. Es decir, palabras que resalten sus características personales, eróticas y el deseo que se tiene de estar con ella. Pero siempre y cuando no le incomode, distraiga o bloquee.
7.- Dormilones: Fisiológicamente el hombre tiene la tendencia a quedarse dormido y ella quiere ser acogida. Lo más conveniente es aceptar que él se puede quedar dormido por el relajamiento cerebral o estar dispuesto a abrazarla, acogerla, conversarle, y decirle cosas amorosas. Ellas son auditivas y románticas.
8.- Las comparaciones. Esto es lo más desubicado. Cada encuentro sexual es único, si empiezas a contar tu vida sexual en la cama no habrá relación que se mantenga. A nadie le gusta escuchar las piruetas que no se hacen.
9.- La cama: Algunos quedan tan exhaustos que se acomodan para pasar horas en el dormitorio e insisten en comer y ver TV durante horas acurrucados. Aunque también, están los que apenas se acaba la diversión huyen a la ducha y les gusta salir a pasear o simplemente se van. Cualquiera sea el caso, el post de las relaciones sexuales si son en pareja consolidad, más vale acordar de a dos que se hará después para no lastimar la sensibilidad de nadie ni arruinar el gran encuentro amoroso por no tomar las decisiones en conjunto.
10.- Las mismas posturas: Para salir de la rutina es simplemente aventurarse con nuevas posiciones y jugar usando los 5 sentidos, la voz, ropa interior diferente, perfumes, masaje y todo lo que sirva para reiventar la actividad erótica.