Los médicos norteamericanos basan sus declaraciones en el hecho de que dos enfermos de VIH no presentaron rastros de dicho virus en la sangre, tras recibir un trasplante de médula ósea en Estados Unidos.
Según el científico de la Escuela Médica de Harvard, Timothy J. Henrich, los dos pacientes que recibieron un trasplante de médula ósea para curar el cáncer que padecían, no han mostrado signos de VIH, tras detenerse el tratamiento antirretroviral a principios de este año.
También afirmó que aún no se puede hablar de una curación, y estas personas deben someterse a más pruebas para lograr una cura definitiva.
“Al menos un año de seguimiento será necesario para entender el impacto total de un trasplante de médula ósea en el virus del Sida”, agregó.
Este nuevo caso llega después de que un equipo de médicos norteamericanos asegurara hace unos meses haber curado a un bebé que nació con VIH.
Además, existe otro caso llamado “el paciente Berlín”, en la que Timothy Brown se curó, tras recibir en 2007 un trasplante de médula ósea de un donante genéticamente resistente a la infección de VIH, convirtiéndose en la primera persona en curarse de dicha enfermedad.