jueves, agosto 15, 2013

¿Hacia el inevitable ocaso del dólar?

En los últimos cinco años se habla cada vez más de la necesidad de cambiar el paradigma de la moneda global. Los economistas se muestran cada vez más seguros acerca el ocaso del dólar de EE.UU. cuya principal desventaja es su fuerza ilusoria.

En un artículo publicado en el sitio ruso Slon.ru, Andréi Diachenko, gerente de cartera de Alfa Capital, argumenta por qué la era del dólar se acerca a su fin.

Diachenko remite en su artículo al Índice de Comercio Ponderado del Dólar estadounidense (Trade-Weighted US Dollar Index) que muestra cómo durante los últimos 30 años EE.UU. alimentaba con sus propias manos el crecimiento de las economías en desarrollo, de tal forma que el dólar se fortaleció frente a todas las monedas, convirtiendo todas estas economías en competitivas. La explosión de la burbuja 'punto com' asociada con el crecimiento en los valores económicos de empresas vinculadas a Internet en 2000 desencadenó la búsqueda de nuevos objetos de inversión fuera de Estados Unidos. Para 2003 esta misión concretó su tendencia y obtuvo un amplio reconocimiento en la forma de BRIC. Para 2007 ya no había manera de detener esta tendencia. Y  después estalló la crisis de 2008.


La estabilidad del dólar, ¿un espejismo?

EE.UU. fue la primera de las grandes economías que entró en la fase activa de la crisis, convirtiéndose en un caldo de cultivo para su posterior distribución. Sin embargo, los inversores seguían confiando en el dólar, y la demanda era alta ya, que el motor del crecimiento de la moneda estadounidense no reside solo en la relativa estabilidad de la economía de EE.UU., sino también en la debilidad de los demás, como por ejemplo la zona euro o Japón.

"Se formó una situación en la que el dólar de EE.UU. se apoya desde ambos lados: por un lado, por el fortalecimiento de la economía de EE.UU. y, por el otro, por la evasión de riesgo en las economías en riesgo", explica Diachenko.

Muchos inversores esperan que en septiembre la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. reduzca el programa de flexibilización cuantitativa que conducirá a la reducción de la oferta de dólares en el mercado, lo que a su vez dará lugar a una demanda excesiva de dólares.

Mientras, la situación inversa de seguir con el programa de flexibilización significaría que la situación económica de EE.UU. no es tan buena como tratan de presentarla, lo que también provocaría la demanda de instrumentos financieros seguros como los bonos del Tesoro de EE.UU. provocando a su vez la demanda de dólares creando los requisitos previos para una crisis.

"Así, pues, tiene sentido hacerse hueco en un bote salvavidas antes de que todo el mundo salte para buscar un lugar seguro", aconseja Diachenko.


El oro, ¿mejor que el dólar?

En general, se considera que la actual política económica de EE.UU. es un camino hacia el colapso gradual del dólar.

Así, el ex congresista Ron Paul advirtió en una de sus últimas entrevistas a la CNBC que si EE.UU. continúa con su rumbo actual, el dólar se derrumbará, y el oro, literalmente, no tendrá precio.

"Con el tiempo, si no tenemos cuidado, irá hasta el infinito, porque el dólar se derrumbará por completo", dijo.

"Siempre que tenemos un gasto excesivo y dinero computerizado excesivo, vamos a ver una subida del oro", recalcó.


EE.UU. imprime mal 30 millones de los nuevos billetes de 100 dólares

En EE.UU. se acerca la fecha de lanzamiento de sus nuevos billetes de 100 dólares, pero la Oficina de Grabado e Impresión se enfrenta a un problema embarazoso: 30 millones de billetes se imprimieron de manera incorrecta.
El error les costará a los contribuyentes aproximadamente 3,8 millones de dólares.

Los nuevos billetes de 100 dólares fueron diseñados para minimizar la falsificación y en un principio se planeó lanzarlos en 2010. Pero ese verano, la Oficina de Grabado e Impresión informó de que los billetes salían con una franja en blanco, debido a un pliegue en el papel. Por tanto, la fecha de lanzamiento se retrasó hasta 2011 y después de nuevo fue pospuesta para octubre de 2013.

Pero este nuevo problema de impresión podría retrasar una vez más la emisión de los 'Benjamines', que es como se conoce popularmente a los billetes de 100 dólares.


La fábrica que tiene en jaque a la Reserva Federal

Los nuevos billetes de 100 están diseñados para llevar una Campana de la Libertad que cambia de color, imágenes en 3D que se mueven al inclinar el billete y un mensaje oculto en el cuello de Benjamin Franklin, uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos. Dos fábricas de moneda son responsables de la impresión de todos los billetes en Estados Unidos.

Pero la fábrica de Washington DC produjo versiones "claramente inaceptables" de los billetes de 100, según un memorando que data de julio que el 'New Yorker' obtuvo proveniente de la Oficina de Grabado. Los lotes más recientes que salieron de esta fábrica fueron "machacados", debido a que se produjeron con demasiada tinta y las líneas no son tan nítidas como deberían ser. The 'New Yorker' comparó el gazapo con "un niño tratando de colorear cuidadosamente dentro de las líneas, usando acuarelas y un pincel gordo".

Una vez que estos billetes fueron entregados a la Reserva Federal, fueron rechazados. Las autoridades han enviado de vuelta unos 30 millones de 'Benjamines' y se niegan a aceptar más billetes de la fábrica de Washington DC.

En su lugar, ahora se espera que la fábrica de Fort Worth, en Texas, logre compensar la moneda defectuosa. La fecha de lanzamiento del nuevo billete es el 8 de octubre, y aún no está claro si el Gobierno será capaz de obtener la cantidad suficiente para ponerlos en circulación.

Además, el coste de la destrucción de los billetes defectuosos podría ser de alrededor de 12.000 dólares.