miércoles, octubre 23, 2013

Siria se beneficiaría del deterioro de las relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudita

El enfriamiento en las relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudita, que hasta el momento han sido férreos aliados geopolíticos, podría ayudar a la resolución del conflicto en Siria, según aseguran algunos expertos.

"Si Arabia Saudita empeorara o dañara su relación político-económica con EE.UU., esto permitiría, al menos desde mi punto de vista, el que se pudiera llegar a una solución negociada del conflicto sirio mucho más rápido y que el camino a recorrer contara con menos impedimentos de los que se han tenido hasta este momento", asegura el analista político Juan José Gutiérrez, en declaraciones.

Arabia Saudita es uno de los países más interesados en la caída del régimen de Bashar al Assad y hay también quienes creen que la monarquía del Golfo provocó el ataque químico en Siria al ver que su financiación a los rebeldes no ayuda a derrocar al Gobierno.

Los rumores sobre el deterioro en las relaciones entre Riad y Washington cobraron fuerza después de que el príncipe Bandar bin Sultan, jefe de la inteligencia de Arabia Saudita, asegurara que su país hará un "gran cambio" en las relaciones con EE.UU. en protesta por la falta de acción percibida ante la guerra en Siria y su posición con respecto a Irán.

Las consecuencias de este alejamiento no son meramente políticas. No hay que olvidar que el reino saudita es el segundo exportador de crudo para el país norteamericano, con aproximadamente un millón de barriles de petróleo al día.

En el plano armamentístico, el Pentágono arriesga un contrato con Riad de casi 7.000 millones de dólares. Además, la lucha antiterrorista empujó a Washington a mantener una base secreta de 'drones' en el territorio saudí, cuya existencia se filtró a los medios el pasado mes de febrero.


¿Relaciones Riad-Washington se oscurecerán?


El Departamento de Estado estadounidense rechazó informaciones de que Arabia Saudí, su aliado clave en Oriente Medio, pretende hacer un “gran cambio” en sus relaciones con Washington, tras los últimos acontecimientos en la región.

Las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí siguen siendo fuertes, afirmó el martes la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Marie Harf, descartando así informes de que Riad planea alejarse del país norteamericano por diferencias en torno a la cuestión de Siria.

“La relación y el compañerismo con los saudíes son fuertes. Valoramos sus esfuerzos en un amplio rango de temas”, indicó Harf.

“Que yo sepa ese mensaje no ha sido enviado al Departamento de Estado por parte de los saudíes”, alegó.

Las declaraciones de la vocera estadounidense se producen luego de que el Wall Street Journal informara que el jefe de la Inteligencia saudí, el príncipe Bandar bin Sultan, dijera a diplomáticos europeos que Riad limitaría la interacción con Estados Unidos en cuanto al envío de armamento y entrenamiento de los grupos opositores armados sirios; una decisión que adoptó después de que EE.UU. no tomara ninguna “medida efectiva” respecto a Siria.

Según una fuente cercana a la élite política saudí, el príncipe Bandar ha manifestado que las relaciones de Riad con Washington “se han venido deteriorando desde hace un tiempo, ya que los saudíes sienten que EE.UU. está cada vez más cerca de Irán”.

Asimismo, el titular árabe ha agregado que el fracaso norteamericano en apoyar a los saudíes durante la represión del levantamiento popular en Baréin ha sido otro de los motivos por los que las autoridades saudíes han decidido reconsiderar sus lazos con la Administración estadounidense.

Como consecuencia de este enfriamiento, la semana pasada, en un gesto dirigido en gran parte hacia EE.UU., Arabia Saudí renunció a ocupar su asiento temporal en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), en protesta por lo que llamó “la impotencia” del organismo ante los conflictos en Oriente Medio, en particular en Siria.

Diplomáticos corroboran que Bandar señaló que “esto fue un mensaje para Estados Unidos, no (para) Naciones Unidas”.