La Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA por sus siglas en inglés) recopiló datos sobre visitas a webs de contenido sexual por parte de respetadas personalidades musulmanas para deteriorar su reputación, según el diario 'The Huffington Post'.
'The Huffington Post' ha filtrado un documento fechado del 3 de octubre de 2012 que puso a su disposición el exempleado de la CIA Edward Snowden. El texto, altamente clasificado, se centra en seis personalidades del mundo musulmán, cuyos nombres y lugar de residencia el diario no revela. "El prestigio de los promotores de ideas extremistas se vuelve particularmente vulnerable si su comportamiento público no se corresponde con el privado", argumenta el informe.
Ninguno de los seis individuos espiados reside en EE.UU. y solo uno de ellos es ciudadano del país norteamericano. El documento no acusa a ninguno de ellos de estar involucrado en ataques terroristas. Aún más: admite que el análisis de sus listas de contactos demuestra que sus vínculos con los terroristas "son mínimos". De los 213 contactos que una de estas personalidades tenía entre agosto y noviembre de 2010 solo tres eran sospechosos de estar vinculados con el terrorismo. Sin embargo, la NSA asegura que los seis -de los cuales tres son hablantes de inglés y tres de árabe- radicalizan a los jóvenes a través de YouTube, Facebook y otras redes sociales.
En el caso concreto de uno de los espiados fue interpretada como muestra de radicalismo la frase "los no musulmanes son una amenaza para el islam", sin ofrecer un contexto más amplio. A dos de los investigados, uno de ellos "una celebridad mediática muy famosa" en Oriente Próximo, se los calificó de impulsores del radicalismo por opinar abiertamente que detrás del ataque contra las Torres Gemelas de Nueva York está el propio EE.UU. Los autores del reporte creen que publicar información que deteriore la imagen de las seis personalidades socavaría su aparente "compromiso la causa yihadista".
El documento asegura que los datos acerca de las comunicaciones interceptadas provienen de fuentes primarias con un acceso directo y se consideran fiables. Concluye que posee, sobre al menos dos de las personas espiadas, información comprometedora de carácter explícitamente sexual que pone de manifiesto su 'promiscuidad' cibernética. En cuanto a un tercer individuo, la estrella mediática, comenta que lleva un "estilo de vida glamuroso". En el texto no hay mención alguna sobre si la NSA materializó sus planes de desacreditar a estas personas, ya fuera contactando con ellas en privado o haciendo públicas sus vulnerabilidades.
Ninguno de los seis individuos espiados reside en EE.UU. y solo uno de ellos es ciudadano del país norteamericano. El documento no acusa a ninguno de ellos de estar involucrado en ataques terroristas. Aún más: admite que el análisis de sus listas de contactos demuestra que sus vínculos con los terroristas "son mínimos". De los 213 contactos que una de estas personalidades tenía entre agosto y noviembre de 2010 solo tres eran sospechosos de estar vinculados con el terrorismo. Sin embargo, la NSA asegura que los seis -de los cuales tres son hablantes de inglés y tres de árabe- radicalizan a los jóvenes a través de YouTube, Facebook y otras redes sociales.
En el caso concreto de uno de los espiados fue interpretada como muestra de radicalismo la frase "los no musulmanes son una amenaza para el islam", sin ofrecer un contexto más amplio. A dos de los investigados, uno de ellos "una celebridad mediática muy famosa" en Oriente Próximo, se los calificó de impulsores del radicalismo por opinar abiertamente que detrás del ataque contra las Torres Gemelas de Nueva York está el propio EE.UU. Los autores del reporte creen que publicar información que deteriore la imagen de las seis personalidades socavaría su aparente "compromiso la causa yihadista".
El documento asegura que los datos acerca de las comunicaciones interceptadas provienen de fuentes primarias con un acceso directo y se consideran fiables. Concluye que posee, sobre al menos dos de las personas espiadas, información comprometedora de carácter explícitamente sexual que pone de manifiesto su 'promiscuidad' cibernética. En cuanto a un tercer individuo, la estrella mediática, comenta que lleva un "estilo de vida glamuroso". En el texto no hay mención alguna sobre si la NSA materializó sus planes de desacreditar a estas personas, ya fuera contactando con ellas en privado o haciendo públicas sus vulnerabilidades.