¿Qué es monitorear la salud? ¿Es sólo llevar un registro de la presión arterial, el ritmo cardíaco o las calorías quemadas? Con las aplicaciones y dispositivos que millones de personas utilizan en todo el mundo, se puede tener un conocimiento profundo del estado mental de una persona e, incluso, la propagación de virus.
Esto se puede lograr con algo tan sencillo como tomar pedazos de información aparentemente triviales en una persona. Son datos que hasta ahora hemos ignorado completamente.
En el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), expertos pueden vigilar nuestro comportamiento diario y fijares en rincones de nuestras vidas impensables.
El profesor Sandy Pentland asegura que no sólo puede determinar qué pasa en nuestro cuerpo, sino también en nuestra mente. Y lo puede hacer con algo que la mayoría ya tiene: un teléfono inteligente.
"Los teléfonos saben mucho sobre nuestra vida social, a quién llamamos, con quien nos comunicamos; y mucho de nuestra actividad diaria, como a dónde vamos. Así que si juntas toda esta información, puedes hacer cosas como para evaluar la salud mental", dice Pentland. "De hecho se puede tener una idea de cómo estamos constantemente, las 24 horas".
Este especialista desarrolló una aplicación que ayude a detectar señales de depresión y estrés post traumático en soldados que regresan de la guerra.
"(Esta app) lleva un registro de cosas como tu socialización, tu concentración y tu nivel de actividad; estas son las cosas que se necesitan para evaluar la salud mental", explica el experto.
Concentración
Si bien una caída en la actividad con frecuencia va de la mano de la depresión, este profesor puede determinar mucho más que eso."¿Llamas a tus amigos? ¿Hablas con tus compañeros del trabajo? Los teléfonos también pueden detectar cuándo hay alguien cerca, debido a que tienen estos pequeños radio de corto alcance llamado Bluetooth".
Con lo cual, un teléfono puede ver a otro.
Con esta información, y con la ayuda de la aplicación de Pentland, se puede saber cuán sociable es una persona.
También se puede determinar el grado de concentración.
"Todos sabemos lo que pasa cuando no se está concentrado", señala el especialista. "Una de las cosas que se hace es ir al teléfono, revisar los mensajes, ver las noticias... así que uno puede tener una idea de si estás distraído o concentrado".
Si bien parece increíble el que la forma en que usamos el teléfono nos pueda dar información sobre nuestro estado mental, las pruebas realizadas en la aplicación de Pentland han demostrado ser exitosas, comparadas con un doctor.
Zonas de infección
Al parecer, la gente se comporta distinta cuando tiene gripe.
"Empiezan a retraerse un poco, no se sienten muy bien, llaman a otras personas, tienden a hablar más con sus amigos que con colegas", señala el profesor. "Y esto es una marca que puedes detectar con un 80% de precisión".
De esta forma, la aplicación puede saber cómo se comporta una persona cuando tiene gripe. También puede saber que otra no está infectada, pero que está con alguien ya contagiado.
"Y entonces puedo ver cómo (la segunda persona) empieza a tener un comportamiento de alguien enfermo, lo que me indica que fue infectado durante el encuentro".
Si bien una gripe común no es grave, cada cierto tiempo se producen pandemias que pueden matar a cientos de miles de personas.
"La idea de que puedes seguir la propagación de una pandemia con otra cosa que no sea análisis de sangre o de saliva de la gente, o con las personas que acuden al médico, es sorprendente", comenta por su parte Kevin Fong, profesor del University College de Londres y presentador del programa Horizon.
"Es algo bastante sorprendente el que puedas ver el progreso de una enfermedad, porque ello te permite hacer algo al respecto", le responde Pentland.
Decisión y prevención
"Pero de hecho puedes empezar a detenerlo", aclara.
Sin embargo, Fong considera que para lograr un cambio de juego en la atención sanitaria, se necesita que las personas le den su información más personal a aquellos que puedan hacer patrones con ella. "Y, comprensiblemente, no todo el mundo se sentirá cómodo con ello".
Ahora el mundo está lleno de personas con sus celulares y dispositivos intercambiando terabytes de información sobre sus hábitos y sus vidas diarias.
"Entiendo perfectamente la incomodidad de la gente", señala Fong. "Pero, en medicina, eso es todo lo que hacemos. Acudimos al doctor, un extraño, y le decimos esos detalles íntimos con la esperanza que nos ayuden".
Quizás, en ese sentido, lo que las personas como Sandy Pentland están tratando de hacer es sencillamente tomar ese modelo y traerlo al siglo XXI, con la esperanza -según Fong- de que cambie la cara de la medicina.
Esta es la última entrega de la serie sobre cómo la tecnología puede revolucionar la medicina. La información fue tomada del programa Horizon: Monitor Me, presentado por el doctor Kevin Fong.