Las sanciones de la Unión Europea y EE.UU. contra Rusia podrían volverse en contra de Occidente, ya que Rusia es capaz de recurrir a otros socios en el Este y negarse a cooperar en temas energéticos con Europa, sostiene el analista Martin Sieff.
"Seguir adelante y presionar a Rusia con más sanciones sería muy tonto para el resto del G8", dijo Sieff. Cree que esas sanciones no podrán desestabilizar Rusia.
El experto pronostica que el aumento de las sanciones resultaría, de hecho en un "crecimiento muy rápido de la Comunidad Económica Eurasiática".
Sieff está seguro que ninguna sanción occidental podría afectar negativamente a los lazos de Rusia con China, la India o Irán.
"Además, Rusia no cooperaría con EE.UU. y Europa Occidental en materia de energía. Esto podría ser contraproducente para Occidente", añade el experto.
"Estamos viendo una coordinación entre EE.UU., Reino Unido y Francia. Ellos son más o menos de la misma idea. Pero Alemania es un actor clave en Europa y depende de los recursos de Asia Central, del gas que viene de Siberia y también de otras partes de Eurasia a través de Rusia. Angela Merkel es consciente de todo esto. Así que Alemania está adoptando una posición mucho más cautelosa", explica Sieff.
El experto pronostica que el aumento de las sanciones resultaría, de hecho en un "crecimiento muy rápido de la Comunidad Económica Eurasiática".
Sieff está seguro que ninguna sanción occidental podría afectar negativamente a los lazos de Rusia con China, la India o Irán.
"Además, Rusia no cooperaría con EE.UU. y Europa Occidental en materia de energía. Esto podría ser contraproducente para Occidente", añade el experto.
"Estamos viendo una coordinación entre EE.UU., Reino Unido y Francia. Ellos son más o menos de la misma idea. Pero Alemania es un actor clave en Europa y depende de los recursos de Asia Central, del gas que viene de Siberia y también de otras partes de Eurasia a través de Rusia. Angela Merkel es consciente de todo esto. Así que Alemania está adoptando una posición mucho más cautelosa", explica Sieff.
La UE sigue el camino equivocado
Dos de cada tres europeos encuestados por Ipsos piensan que la Unión Europea va en la dirección equivocada y el 18% expresó que quiere abandonar la UE.
Los sociólogos de Ipsos han entrevistado a más de 8.000 ciudadanos en Bélgica, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia, España y Suecia.
El pesimismo es más alto en España, Italia y Francia, donde alrededor de tres de cada cuatro encuestados (76%, 77% y 77% respectivamente) aseguran que Europa está en el camino equivocado. Este porcentaje es más bajo en Polonia, Hungría y Alemania, donde solo el 61% siente lo mismo.
La mayoría cree que la UE desempeña un papel muy importante en los ámbitos políticos cruciales, especialmente en la economía, la agricultura, las leyes y reglamentos.
Mientras tanto, hay diferencias por país: por ejemplo, los españoles son más propensos a sentir la influencia de la UE sobre la economía, el empleo y las finanzas de su Gobierno, mientras que los británicos, alemanes y polacos son particularmente propensos a mencionar la influencia de Bruselas sobre la inmigración.
Todos aseguran que el impacto de la UE ha sido más negativo que positivo en todos estos ámbitos.
Mientras tanto, existen importantes diferencias por países en términos de determinación de abandonar la UE. Así los suecos, británicos y neerlandeses en su mayoría están a favor de dejar la UE o reducir sus competencias (69%, 68% y 68% respectivamente).
"Todo esto conduce a dudas sobre qué beneficios trajo la adhesión a la UE. Solo un tercio de los encuestados (35%) cree que su nivel de vida es más alto de lo que hubiera sido si su país no se hubiera unido a la UE", concluyen los autores del estudio.
El pesimismo es más alto en España, Italia y Francia, donde alrededor de tres de cada cuatro encuestados (76%, 77% y 77% respectivamente) aseguran que Europa está en el camino equivocado. Este porcentaje es más bajo en Polonia, Hungría y Alemania, donde solo el 61% siente lo mismo.
La mayoría cree que la UE desempeña un papel muy importante en los ámbitos políticos cruciales, especialmente en la economía, la agricultura, las leyes y reglamentos.
Mientras tanto, hay diferencias por país: por ejemplo, los españoles son más propensos a sentir la influencia de la UE sobre la economía, el empleo y las finanzas de su Gobierno, mientras que los británicos, alemanes y polacos son particularmente propensos a mencionar la influencia de Bruselas sobre la inmigración.
Todos aseguran que el impacto de la UE ha sido más negativo que positivo en todos estos ámbitos.
Mientras tanto, existen importantes diferencias por países en términos de determinación de abandonar la UE. Así los suecos, británicos y neerlandeses en su mayoría están a favor de dejar la UE o reducir sus competencias (69%, 68% y 68% respectivamente).
"Todo esto conduce a dudas sobre qué beneficios trajo la adhesión a la UE. Solo un tercio de los encuestados (35%) cree que su nivel de vida es más alto de lo que hubiera sido si su país no se hubiera unido a la UE", concluyen los autores del estudio.