Los resultados de la investigación, publicados en la revista de la Asociación Neurológica Americana y Sociedad de Neurología Infantil, muestran que el aprendizaje de un nuevo idioma puede retrasar el mal funcionamiento del cerebro y frenar la aparición de la demencia por varios años.
Los expertos, liderados por Thomas Bak, compararon las pruebas que se realizaron a 262 participantes en el experimento cuando tenían 11 años con los resultados obtenidos de las mismas personas cuando ya habían cumplido los 70.
Según el hallazgo, las personas que hablaban dos o más idiomas tenían significativamente mejores habilidades cognitivas en comparación con las que solo dominaban su lengua materna. Esto, sin importar si aprendieron el segundo idioma en edad temprana o ya siendo adultos.
Esta investigación, aseguran los autores del estudio, abre el camino para estudios futuros causales del bilingüismo y la prevención de deterioro cognitivo.