Los goles de Robin van Persie en el minuto 3 tras transformar el penalti, de Daley Blind en el 17 y de Georginio Wijnaldum en el 90 profundizaron el trauma de la selección brasileña y de toda una nación, que parece que todavía no han podido recuperarse mentalmente de la humillación del 7-1 del pasado martes en Belo Horizonte ante Alemania.
De acuerdo con el entrenador brasileño, Luiz Felipe Scolari, su principal tarea para el duelo ha sido "recuperar a su equipo psicológicamente" por lo que hizo seis cambios en la alineación respecto a la nómina que 'perpetró' el 'Mineirazo', informa 'El Comercio'.
Sin embargo, ni los cambios, ni el apoyo de la hinchada, que a pesar de todo aplaudió a los jugadores al salir al campo, ni la 'milagrosa' presencia del lesionado ídolo del fútbol brasileño, Neymar, pudieron cambiar su mal juego o como algunos la consideran: "la mala suerte de la selección" de Brasil.
En los primeros minutos del partido la falta del brasileño Thiago Silva contra Robben fuera del área y en clara ocasión de gol provocó que el árbitro argelino Djamel Haimoudi mostrara una tarjeta amarilla y señalara penalti. El capitán del equipo europeo siguió la "hemorragia de goles" en la portería 'canarinha' tras transformar el lanzamiento en el minuto 3 de partido.
Poco después, en el minuto 17 la pelota quedó suelta en el centro del área y el defensa holandés Daley Blind, se aprovechó de la ocasión e hizo el 2-0 con la derecha para Holanda.
Aunque en el segundo tiempo el juego se endureció por parte de los anfitriones, posiblemente por los tres cambios que realizó Scolari en su equipo, Brasil cayó completamente derrotado por los holandeses por medio de Georginio Wijnaldum en el último minuto del duelo.
Tras las dos derrotas sufridas de forma consecutiva por el equipo nacional de Brasil y tal y como actuó en el Mundial 2014, esta selección ya ha sido considerada por los especialistas y aficionados como "una de las peores en la historia del fútbol brasileño" y además de eso se ha convertido en el anfitrión de la Copa del Mundo con mayor número de goles fallados (14).
De acuerdo con el entrenador brasileño, Luiz Felipe Scolari, su principal tarea para el duelo ha sido "recuperar a su equipo psicológicamente" por lo que hizo seis cambios en la alineación respecto a la nómina que 'perpetró' el 'Mineirazo', informa 'El Comercio'.
Sin embargo, ni los cambios, ni el apoyo de la hinchada, que a pesar de todo aplaudió a los jugadores al salir al campo, ni la 'milagrosa' presencia del lesionado ídolo del fútbol brasileño, Neymar, pudieron cambiar su mal juego o como algunos la consideran: "la mala suerte de la selección" de Brasil.
En los primeros minutos del partido la falta del brasileño Thiago Silva contra Robben fuera del área y en clara ocasión de gol provocó que el árbitro argelino Djamel Haimoudi mostrara una tarjeta amarilla y señalara penalti. El capitán del equipo europeo siguió la "hemorragia de goles" en la portería 'canarinha' tras transformar el lanzamiento en el minuto 3 de partido.
Poco después, en el minuto 17 la pelota quedó suelta en el centro del área y el defensa holandés Daley Blind, se aprovechó de la ocasión e hizo el 2-0 con la derecha para Holanda.
Aunque en el segundo tiempo el juego se endureció por parte de los anfitriones, posiblemente por los tres cambios que realizó Scolari en su equipo, Brasil cayó completamente derrotado por los holandeses por medio de Georginio Wijnaldum en el último minuto del duelo.
Tras las dos derrotas sufridas de forma consecutiva por el equipo nacional de Brasil y tal y como actuó en el Mundial 2014, esta selección ya ha sido considerada por los especialistas y aficionados como "una de las peores en la historia del fútbol brasileño" y además de eso se ha convertido en el anfitrión de la Copa del Mundo con mayor número de goles fallados (14).