Una nueva empresa ha presentado un dispositivo que podría detectar
decenas de tipos de cáncer en una etapa temprana con una sola gota de
sangre. Salvaría millones de vidas, ya que los métodos de diagnóstico
actuales son costosos, invasivos y tardíos.
La plataforma de
pruebas Miriam fue presentada recientemente en la conferencia TEDGlobal
2014 en Río de Janeiro por Jorge Soto, tecnólogo del cáncer. Soto
prometió que su dispositivo haría la detección del cáncer a nivel
molecular "más fácil, más barata, más inteligente y más accesible que
nunca".
Nombrado por la curadora de la conferencia Chris
Anderson como "una de las demostraciones más emocionantes en la historia
de TED", Miriam es un dispositivo compacto que cuesta 500 dólares y se
imprime en 3D. Sin embargo, es capaz de detectar varios tipos de cáncer
—de páncreas, de pulmón, de mama y hepático— y es solo el principio,
según sus creadores, que han decidido hacer de su diseño un código
abierto.
El dispositivo se basa en la biología molecular más
moderna y los últimos descubrimientos científicos en el campo de los
microARN, una clase de pequeñas moléculas reguladoras biológicas
descubiertas en 1993 que pueden ser utilizadas como un "biomarcador
perfecto muy sensible, ya que sus niveles varían en la sangre, formando
patrones específicos que caracterizan los diferentes tipos de cáncer,
incluso en las primeras etapas".
"No es necesario esperar a que
aparezcan los primeros síntomas, no es necesario saber qué enfermedad
se busca, solo se necesita un mililitro de sangre y un conjunto de
herramientas relativamente simples", afirma el sitio web de la empresa.
La
muestra de sangre se pipetea en una placa de 96 pocillos con reactivos
bioquímicos patentados que se cargan en el dispositivo durante
aproximadamente una hora. Un 'smartphone' colocado en la parte superior
del aparato toma fotos y documenta el ritmo de la reacción. Los datos se
envían luego a una base de datos en línea para la interpretación del
diagnóstico.
Actualmente, para detectar la enfermedad en las
primeras etapas los científicos han desarrollado programas de cribado.
Pero no todos los cánceres se pueden cribar y los resultados de estas
pruebas no siempre son precisos. Además, la única fuente absolutamente
confiable de información es la biopsia del cáncer (una muestra de
células), un procedimiento que requiere varios días y puede llegar a
costar hasta 10.000 dólares.
El nuevo dispositivo puede
resolver tanto este problema como el de diagnosticar el cáncer de manera
tardía, una carencia de las tecnologías actuales, que principalmente
identifican el cáncer en etapa tres o cuatro, cuando ya aparecen los
síntomas de la mortal enfermedad, algo que supone "un coste demasiado
alto para la humanidad", concluyen los creadores de Miriam.