Uno de los
grupos más importantes, merecidamente populares, influyentes y
rematademente buenos: los británicos Judas Priest.
Formados a finales de los años 60, se les suele mencionar, y con razón,
cuando se habla del génesis de esta maravillosa música. Y este disco en
concreto representa uno de los hitos fundamentales para entender el
heavy metal.
Corría el año 1976, y el quinteto de Birmingham se marcó
esta Obra Maestra para consolidar aún más los cimientos del heavy y para
animar y servir de espejo a cientos de bandas jóvenes. Desde el
principo con la monumental "Victims Of Changes" hasta el final con
"Island Of Domination", sin un solo tema de relleno, los Judas se
recrean en uno de sus momentos más inspirados, con portentosos riffs y
geniales solos de esa pareja de extraordinarios guitarristas que crearon
escuela y que se compenetran y complementan a la perfección, K.K.
Downing y Glenn Tipton, esa privilegiada, inconfundible e inigualable
voz de Halford, más la sólida base ritmica de Ian Hill y Alan Moore.
Este es unos de esos discos "mágicos", ABSOLUTAMENTE IMPRESCINDIBLE.