Los grandes buscadores, mails gratuitos y redes sociales están habilitados para usar los datos de sus usuarios. Pero hay aplicaciones que permiten eliminar información de la vida social y privada.
No hay secretos online. Aquel correo electrónico emotivo que enviaste
a tu ex, la enfermedad sobre la que buscaste información, las horas que
pasaste mirando videos de gatitos, todo eso puede ser recolectado para
crear un perfil que los defina.
La información puede entonces ser almacenada, analizada, clasificada y vendida como materia prima a operadores de datos , quienes a su vez la podrían vender a anunciantes, empleadores o empresas de medicina prepaga, entre otros tantos interesados.
Ocurre que los grandes servicios de Internet como buscadores, webmail o
redes sociales incluyen una letra chica en sus famosos “Términos y
condiciones” que casi nadie lee y habilita a usar los registros de por
dónde navegamos, qué buscamos y con qué personas nos contactamos.
Sin
embargo, aunque probablemente sea imposible ocultar por completo
nuestras actividades online, podemos tomar medidas para comenzar a
borrar nuestras huellas digitales. Algunas de esas medidas son muy
simples y muchas son gratuitas. Naturalmente, cuanto más esfuerzo y
dinero se invierte, más oculto se está. La clave es encontrar el
correcto equilibrio entre costo, comodidad y privacidad.
Antes de
engañar a los curiosos, tenemos que saber quiénes son. Hay hackers
merodeando las redes Wi-Fi, eso está claro. Pero los expertos en
seguridad y los defensores de la privacidad dicen que son más
preocupantes los proveedores de servicios de Internet, los operadores de
motores de búsqueda, los proveedores de correo electrónico y los
administradores de sitios Web –en particular si una sola entidad actúa en más de un sector, como Google, Yahoo! y Facebook–. Eso significa que fácilmente pueden recolectar y cruzar nuestros datos entre todos sus servicios
. Es decir Google puede unir nuestro Gmail con nuestro historial de
búsquedas, así como determinar nuestra ubicación e identificar todos los
dispositivos que usamos para conectarnos a Internet.
“Lo peor es
que promocionan esa intromisión como un gran beneficio para nuestra vida
porque pueden adaptar los servicios a nuestras necesidades”, dijo Paul
Ohm, profesor asociado de la Escuela de Leyes de la Universidad de
Colorado, EE.UU., que se especializa en privacidad de la información. ”
Ohm aconseja desconectarse de sitios como Google y la red social
Facebook y no usar varios servicios de la misma empresa. “Si uno busca
en Google, quizá no le convenga usar Gmail como correo electrónico”,
agregó.
Si uno no quiere que se estudie o analice el contenido de
sus mensajes de correo electrónico, tendría que pensar en servicios
gratuitos menos conocidos como HushMail, RiseUp y Zoho, que tienen
políticas de no intromisión.
Pero de todos modos, aunque usemos otro webmail, Google puede tener los mensajes que intercambiamos con nuestros amigos o colegas que tengan cuentas de Gmail
, apuntó Peter Eckersley de Electronic Frontier Foundation, agrupación
de defensa de los derechos digitales de San Francisco. “Uno está menos
expuesto”, dijo, “pero no puede escaparse del todo.” Otra táctica de
ocultamiento es usar el buscador DuckDuckGo, que se distingue por su
política de no rastrear nuestras huellas ni filtrar los resultados de
búsqueda sobre la base de nuestro historial de búsquedas. Más allá de
cuál sea el buscador que se utilice, los expertos en seguridad
recomiendan activar el “Modo privado” del navegador, que suele estar en
Preferencias, Herramientas o Configuraciones. Cuando ese modo está
activado, se borran las cookies de rastreo una vez que se cierra el
navegador, lo que “básicamente borra el historial”, señaló Jeremiah
Grossman, director de tecnología de Whitehat Security, consultora de
seguridad online de Santa Clara, California.
Grossman advirtió
que, sin embargo, el modo privado no ayuda a ocultar la dirección IP,
número único que identifica nuestro punto de acceso a Internet. De modo
que quizá los sitios no conozcan nuestro historial de navegación pero probablemente sepan quiénes somos y dónde estamos, así como también cuándo y durante cuánto tiempo visitamos sus páginas .
“Las
compañías como Google crean enormes bases de datos con nuestra
información personal”, explicó Paul Hill, asesor de SystemExperts,
empresa de seguridad de redes de Sudbury, Massachussets. “Puede que
ahora tengan la mejor de las intenciones pero quién sabe cómo serán esas
empresas de aquí a veinte años, y para entonces será demasiado tarde
para recuperar nuestros datos.”