Estados Unidos y Japón se están preparando para una posible invasión china de las islas Senkaku, pertenecientes actualmente al país nipón pero que China disputa, publica 'Christian Science Monitor'.
Según el medio, una serie de ejercicios conjuntos sin precedentes entre EE.UU. y Japón, con el nombre código de Dawn Blitz (bombardeo al amanecer), comenzaron a principios de este mes en una isla ante las costas de California con el objetivo de preparar un asalto anfibio al archipiélago de Senkaku en caso de que este fuera invadido por las tropas chinas.
La isla de San Clemente, situada a unos 120 kilómetros al noroeste de San Diego, está actuando como un sustituto de las islas Senkaku (o Diaoyutai, en chino), situadas en el mar de la China Oriental y que el Gobierno japonés compró a sus propietarios privados en 2012, acción que provocó numerosas protestas en China. Las islas están deshabitadas, pero se cree que albergan depósitos ricos en gas y petróleo.
"Estamos al corriente de las objeciones de China, pero desde el punto de vista japonés y estadounidense el objetivo de estas prácticas es establecer un elemento de disuasión potente y demostrar que las dos fuerzas pueden coordinarse sin problemas, para mostrar a China que estamos listos para la batalla" una fuente oficial anónima aseguró al medio. "No hay nada inusual en eso", dijo.
Los entrenamientos militares, que terminarán a finales de esta semana, comenzaron con un asalto dirigido por unos 80 infantes de la Marina de EE.UU. y tres aviones Osprey MV-22, seguidos por buques de asalto anfibio japoneses. En total, Japón ha desplegado cerca de 1.000 hombres y dos buques de guerra en la operación, en la que también participan tropas de Nueva Zelanda y Canadá.
Las autoridades japonesas insisten públicamente que los ejercicios no están dirigidos a un tercer país, mientras que China ha pedido a Japón y EE.UU. cancelar la operación, que comenzó apenas dos días después de que los presidentes Xi Jinping y Barak Obama se reunieran en una cumbre en California. Tokio y Washington ignoraron la petición.
La isla de San Clemente, situada a unos 120 kilómetros al noroeste de San Diego, está actuando como un sustituto de las islas Senkaku (o Diaoyutai, en chino), situadas en el mar de la China Oriental y que el Gobierno japonés compró a sus propietarios privados en 2012, acción que provocó numerosas protestas en China. Las islas están deshabitadas, pero se cree que albergan depósitos ricos en gas y petróleo.
"Estamos al corriente de las objeciones de China, pero desde el punto de vista japonés y estadounidense el objetivo de estas prácticas es establecer un elemento de disuasión potente y demostrar que las dos fuerzas pueden coordinarse sin problemas, para mostrar a China que estamos listos para la batalla" una fuente oficial anónima aseguró al medio. "No hay nada inusual en eso", dijo.
Los entrenamientos militares, que terminarán a finales de esta semana, comenzaron con un asalto dirigido por unos 80 infantes de la Marina de EE.UU. y tres aviones Osprey MV-22, seguidos por buques de asalto anfibio japoneses. En total, Japón ha desplegado cerca de 1.000 hombres y dos buques de guerra en la operación, en la que también participan tropas de Nueva Zelanda y Canadá.
Las autoridades japonesas insisten públicamente que los ejercicios no están dirigidos a un tercer país, mientras que China ha pedido a Japón y EE.UU. cancelar la operación, que comenzó apenas dos días después de que los presidentes Xi Jinping y Barak Obama se reunieran en una cumbre en California. Tokio y Washington ignoraron la petición.