jueves, diciembre 19, 2013

Comida basura, detrás de la pérdida de memoria

Una investigación realizada por la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, vinculó la pérdida de memoria a la ingesta de comida basura, tras realizar un experimento con ratones a los que sometieron a una dieta de azúcar y grasas, informaron medios locales.

“Los ratones sometidos a una dieta pobre mostraron, seis días después de iniciarse los experimentos, síntomas de pérdida de memoria al ser sometidos a pruebas vinculadas con la memoria espacial”, explicó Margaret Morris, quien encabeza la investigación.

Tras expresar que le sorprendió la rapidez con que se perdían estas facultades, Morris declaró que los animales, evidentemente, no estaban obesos después de seis días, pero los cambios en el conocimiento y la pérdida de la memoria sucedió antes de cualquier variación del peso.

Los científicos notaron que los animales alimentados con una dieta alta en grasas y azúcar tenían una inflamación en la región del hipocampo, parte del cerebro implicada en la formación y almacenamiento en la memoria, y una de las primeras regiones afectadas por la enfermedad de Alzheimer.

"Todavía es muy temprano para afirmar que existe un vínculo causal entre los dos, pero creemos que probablemente la inflamación es altamente relevante en el declive cognitivo", aseguró la científica.

Según manifestó Morris, es difícil extrapolar los resultados de la investigación a las personas. Sin embargo, existen datos sobre humanos que se han sometido voluntariamente a pruebas en las que se les alimentaba con comida basura por cinco días y que perdieron las funciones ejecutivas, apuntó, al poner como ejemplo el mayor tiempo que necesitaban para reaccionar.

A lo largo de los últimos años, varios estudios han reforzado estas conclusiones hasta llegar al punto de demostrar la relación de la dieta alimenticia con la demencia.

En este sentido, la comida basura está en el punto de mira de los científicos, que desconfían de la perniciosa función de las grasas y el azúcar sobre el metabolismo cerebral. Todo ello en un contexto en el que los gobiernos de medio mundo ya han iniciado acciones sanitarias para frenar la expansión de la obesidad y el sobrepeso entre la población. Una lucha a la que cada vez parecen sumarse más argumentos.


El azúcar alimenta el virus de la gripe


La reducción en el metabolismo de la glucosa disminuye la infección viral de la gripe en cultivos celulares de laboratorio, según una nueva investigación realizada por la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro, una ciudad del norte de Carolina del Norte, este de Estados Unidos.

De acuerdo con los resultados de ese estudio, una baja en el consumo de glucosa debilita la capacidad de los microbios para infectar células huésped, por lo que el virus de la gripe depende de las acciones de las propias proteínas de la célula.

De esa forma la estrategia para frenar la infección vírica pasaría por prestar atención a las necesidades virales esenciales, como su dependencia de la glucosa celular.

Según el estudio, la infección de la gripe A se puede controlar en cultivos de laboratorio de células de mamíferos mediante el cambio en el metabolismo de la glucosa.

El estudio fue realizado por los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte Amy Adamson y Hinissan Pascaline Kohio.