Si el resultado de la extirpación del tumor es negativo, los analistas prevén un periodo de inestabilidad «grave» en el «proceso bolivariano» La emotiva despedida de Chávez al partir para Cuba tuvo acentos de adiós por mucho tiempo
La
multitudinaria y emotiva despedida que le ofrecieron sus simpatizantes
dio la impresión de ser un largo adiós con un retorno lejano y no la de
una ausencia estimada de cinco días para operarse en Cuba. Sea cual sea
el resultado de su intervención quirúrgica, la enfermedad de Hugo Chávez
ha abierto el debate sobre la sucesión de cara a las elecciones de octubre, en las que pretende ser reelegido por tercera vez.
Aunque
el presidente Chávez haya prohibido hablar de sustitutos a su Partido
Socialista Unido de Venezuela, PSUV, porque asegura que volverá de La
Habana sano y recuperado para dar «la batalla» electoral , la mayoría
duda de que pueda estar con capacidad de llegar hasta el final.
Antes
de tomar el avión a la isla antillana con sus tres hijas dijo: «Se
quedarán con los crespos hechos (frustrados) quienes esperan mi fin».
Pero su destino personal y el de la revolución bolivariana «ya no depende de su voluntad», dicen los analistas.
Pese
al secretismo con que se maneja la salud del presidente, el mundo
político venezolano ha ido tomando conciencia del agravamiento de su
enfermedad, sobre todo ahora que se va a someter a una tercera operación
de un tumor que inicialmente era cancerígeno en la pelvis. Hasta ahora Chávez no ha querido seguir un tratamiento riguroso que lo retiraría de la vida pública por una larga temporada para recuperarse porque su prioridad es ganar las elecciones.
Uno
de los primeros chavistas en plantear un debate sobre la necesidad de
tener un liderazgo alternativo en las filas del PSUV es Nicmar Evans. A
este columnista le preocupa que cada vez que empeora la salud del
presidente «se tambalea la revolución» y pone a los socialistas en un
estado de «orfandad» porque no hay transparencia en la información
oficial ni se ha formado el liderazgo de relevo para dar continuidad al
proyecto.
Los
diferentes escenarios sobre la sucesión que se barajan dependen de la
operación que le practiquen al mandatario y si ésta es exitosa o no.
En
declaraciones a ABC , el ex ministro de Defensa Fernando Ochoa Antich,
que derrotó a Chávez en su intentona golpista hace 20 años, señala que
en el caso de que el mandatario empeore y se limite su capacidad
electoral, «tendrían que escoger un nuevo candidato para las elecciones.
En el chavismo existen dos grupos claramente determinados: el sector
formado por los oficiales que intervinieron en la insurrección del 4 de
Febrero, con importantes ramificaciones dentro de la Fuerza Armada».
Menciona a Diosdado Cabello, Jesse Chacón, los generales Henry Rangel
Silva, Miguel Rodríguez Torres, Carlos y Cliver Alcalá Cordones.
Está
también el grupo de civiles formado por el ala más radical del PSUV,
cuyos más connotados representantes son Adán Chávez, Nicolás Maduro y
Elías Jaua. «Este escenario es más complejo que el anterior, pero Hugo
Chávez tendría suficiente fuerza para imponer su voluntad».
Sin relevo claro
Heinz Dieterich, ideólogo mexicano que asesora al gobierno venezolano, se pregunta preocupado: «¿Quién se queda con el poder del proyecto chavista en Venezuela?
y ¿quién llenará el vacío estratégico en el pensamiento y praxis
política de América Latina que dejará la probable incapacitación de
Chávez?»
En su artículo publicado en «El Universal», el asesor mexicano, reconoce que «la caballada de sustitutos está flaca»
y descarta a todos los posibles sucesores mencionados, incluido el
poderoso Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, pero
recomienda al Almirante (r) Orlando Maniglia.
«No
es la persona idónea, pero es un hombre de confianza de Chávez,
pertenece a la parte centrista de la jerarquía militar y políticamente
sería aceptable para la burguesía. Sea quien fuere el sucesor de Chávez,
es evidente, que la Fuerza Armada es el fiel de la balanza», dice
Dieterich.
Tanto
el chavismo como la oposición democrática, incluyendo a su candidato de
consenso, Henrique Capriles Radonski, desean que Chávez se recupere
pronto y pueda llevar a buen puerto el proceso electoral en los plazos
previstos.