Lleva casi una década en España pero el boca a boca ha empezado a arder hace poco. El Bikram Yoga es la nueva actividad de moda. Actividad que no deporte porque, como explica Alison Smith, instructora de en la Escuela oficial de Bikram, "es una práctica de estilo de vida, una manera para mejorar todo". Se trata de realizar yoga en una sala a 40º centígrados y con un 40% de humedad. Para los profanos en la materia resultan unas condiciones abobinables para hacer cualquier ejercicio físico, para los practicantes es la "mejor manera de oxigenar la sangre y estirar todos los músculos".
Hay gente de todo tipo practicando esta actividad que procede de una variación del yoga con 26 posturas. Una variedad que nació de Bikram Choudhury, la persona que le dio nombre. A través de su modalidad, Bikram superó una seria lesión que se causó levantando pesas y de ahí surgió esa concepción de actividad tanto física como curativa. "Ayuda a curar cuerpos con lesiones, contracturas...", comentaba la monitora poco antes de ponerse a los mandos de una clase dispuesta a soportar 90 minutos de posturas y respiración.
Pero no se trata sólo de mejorar el cuerpo, el Bikram Yoga tiene también como objetivo relajar la mente. Centrado en dos respiraciones, pretente "hacer olvidar el estrés y el bombardeo que recibimos cada día", contaba Alison. Comenzar a practicarlo es más mental que físico puesto que hay que tener una gran fuerza de voluntad para aguantar una clase. El perfil de practicantes suele ser más femenino porque "los hombres piensan que no es dinámico", explicaba la monitora. Pero muchos se sorprenden al probarlo.
Con unos principios basados en el control físico y mental, el Bikram es un 'sufrimiento sano'. "¿Quieres sufrir 90 años o 90 minutos?", es el lema y la pregunta que Bikram le hace a los principiantes. Si no quieren sufrir ni 90 minutos, el próximo fin de semana se celebra en Madrid el Campeonato de España de Yoga Asana donde podrán presenciar una exhibición del campeón mundial, Joseph Encina. No es mal plan para superar los últimos retazos de la fría ciclogénesis, Petra.
