Una investigación de Centro Médico Mount Sinai en Nueva York (EE.UU.) revela que la exposición repetida a la cocaína disminuye
la actividad de una proteína necesaria para el funcionamiento normal
del sistema de recompensa del cerebro, potenciando así la sensación de
recompensa por el consumo de cocaína, lo que conduce a la adicción.
Los investigadores, cuyo trabajo se publica en Nature Neuroscience,
también han sido capaces de bloquear la capacidad de exposición a la
cocaína para inducir a la adicción. Los hallazgos proporcionan la
primera evidencia de cómo la cocaína cambia la forma y el tamaño de las recompensas de neuronas en un modelo de ratón.
A
pesar de que los resultados son muy preliminares y todavía harán falta
mucho pasos para llegar a un ensayo clínico en humanos, los
investigadores afirman que el hallazgo abre la puerta a una nueva vía para el tratamiento de la adicción a la cocaína.
«Prácticamente
no hay pautas de medicamentos para la adicción a la cocaína, únicamente
la psicoterapia y una intervención temprana con vacunas», señala el investigador principal del estudio, Eric Nestler.
«La
investigación aporta nueva información sobre cómo la cocaína afecta el
centro de recompensa del cerebro y cómo podría ser reparado», explica
Nestler, quien resalta que este es el primer trabajo llevado a cabo en
un cerebro in vivo, donde ha sido posible controlar la actividad de una proteína, dentro de las células nerviosas en tiempo real.