Por su parte, el Gobierno ecuatoriano confirmó que ya pidió una reunión de cancilleres de Unasur y del Alba.
Antes de otorgar el asilo a Julian Assange,
Ecuador confirmó que ya pidió una reunión de cancilleres de Unasur, del
Alba y la OEA citó para esta tarde a una reunión de urgencia para
analizar la "amenaza" de Reino Unido de asaltar la embajada del país andino en Londres para arrestar al fundador de Wikileaks.
El
canciller Ricardo Patiño adelantó que las citas ministeriales de las
dos primeras organizaciones se podrían concretar este fin de semana en
Ecuador.
Extroficialmente, se conoció que la reunión del Alba se
realizará el sábado y la de Unasur, el domingo, ambas en la ciudad
costera de Guayaquil.
El ministro también dijo que conversó con
el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, quien
le ofreció convocar "lo más pronto posible" una asamblea general
extraordinaria del ente hemisférico para abordar el tema. Finalmente,
ésta se llevará a cabo hoy a las 20:30 GMT (16:30 en Chile) en el salón
Simón Bolívar de la sede del organismo en Washington.
"Esperamos
una reacción común de los gobiernos del Alba y de Unasur y de la OEA",
afirmó Patiño expectante de la respuesta del último organismo,
conformado también por Estados Unidos.
El ministro volvió a
rechazar la advertencia británica de capturar a Assange, refugiado en la
embajada ecuatoriana en Londres desde el 19 de junio, pero dijo esperar
que esta no se materialice.
"Nosotros seguimos creyendo que no
será pensable siquiera que esta amenaza se pueda concretar", aseguró
Patiño recordando que el Consejo de Seguridad de la ONU condenó en
noviembre de 2011 intromisiones en la embajada inglesa en Irán y
esperando que no se aplique un "doble racero" para con la representación
quiteña.
La noche del miércoles, un grupo de personas protestó
en las afueras de la embajada del Reino Unido en Quito por el "riesgo a
la soberanía" del país andino.
El dirigente del Seguro Social
Campesino, Rodrigo Collahuazo, afín al gobierno, dijo que está previsto
que las manifestaciones continúen porque no se trata de estar de acuerdo
o no con el asilo, sino de una "agresión" contra Ecuador.