La semana pasada conocíamos en Madrid la existencia de ciberdelincuentes que suplantaban a la Policía y a la Sociedad General de Autores, SGAE,
a través de un virus que bloqueaba el ordenador del usuario y le exigía
el pago de una multa de 50 euros por supuestamente haberse descargado
canciones de forma ilegal.
En Granada, se detectaba la aparición de cuatro modalidades de estafa en ofertas de empleo a través de la Red. Y en Toledo, se detuvieron a cinco personas por vender teléfonos móviles por internet que una vez pagados mediante giro postal o ingreso en cuenta, nunca enviaban. Estos timos y muchos otros se producen todos los días en nuestro país. ¿Cuáles son los más nuevos y los más corrientes?
«Phising»
Es
el timo clásico y que nunca pasa de moda. Proviene del término
«fishing», (pesca), en alusión a morder el anzuelo. Tiene como objetivo,
intentar obtener del usuario sus datos, claves, cuentas bancarias, números de tarjeta de crédito, identidades, etc, para luego ser usados de forma fraudulenta.
Se suplanta la imagen de una empresa o entidad bancaria, copiando exactamente el logo para hacer creer a la víctima que realmente los datos solicitados proceden del sitio «oficial» cuando no lo es.
Encuestas en redes sociales
Es una de las más denunciadas según la organización de consumidores FACUA. Suelen ser anuncios engañosos que surgen mientras se navega por las redes sociales, donde se pide realizar un test de personalidad o una encuesta de satisfacción. Solicitan el número de móvil y le dan de alta al afectado en un servicio de mensajes «premium»,
donde paga por recibir publicidad en el móvil. Puede costar más de 60
euros al mes y en la mayoría de los casos, el contenido que se ha
contratado (enlaces, politonos…) ni siquiera llega a tu teléfono.
Ofertas de trabajo falsas
Concentran un 25% de las estafas en Internet según el Instituto Nacional de Teconologías de la Comunicación (INTECO). Existen varias modalidades. La más habitual es aquella en la que el puesto de trabajo que ofrecen conlleva un pago por adelantado de pequeñas cantidades, 40, 50 euros, para gastos administrativos o envío de documentación. Una variante de este timo, y muy peligrosa, es cuando la víctima hace de «puente» de los estafadores para blanquear dinero sin su conocimiento. En el argot policial se conoce como «mula phising» Usan el número de cuenta del estafado para realizar transferencias a otras cuentas, por ejemplo de 3000 euros, a cambio de recibir una comisión de 500 euros.
Cartas nigerianas
Esta estafa consiste en ilusionar
a la víctima con una fortuna inexistente que ha heredado y persuadirla
para que pague una suma de dinero por adelantado, como condición
para acceder a su premio. Las cartas manuscritas están dejando paso a
correos electrónicos que envían los estafadores, procendentes
principalmente de países africanos como Nigeria, Sierra Leona o Costa de
Marfil.
Multas por descargas ilegales
Esta modalidad de estafa se ha puesto en marcha recientemente y se trata de un envío
masivo de correos maliciosos, en nombre de la Policía, que requiere el
pago de 100 euros por haber accedido «supuestamente» al contenido ilegal
de páginas de pornografía infantil. De este timo, ha surgido el
reciente virus que suplantaba a la SGAE y que consistía en exigir multas
por descargarse canciones.
Venta de productos «on line»
La Red es un gran escaparate donde se puede comprar de todo pero a veces algunos de esos productos son ganchos de estafas. Es muy habitual el timo del coche en venta de segunda mano, anuncios
que parecen chollos pero luego ocultan una sorpresa: «hay que adelantar
un dinero por el traslado del vehículo en ferry, ya que se encuentra en
el Reino Unido». Muy típico es también, durante las vacaciones de
verano, los engaños con los alquileres de apartamentos que no existen y donde los interesados ingresan una señal por adelantado que nunca recuperan.