Las mascarillas con oxígeno eliminarían problemas asociados a esta enfermedad.
Los trastornos respiratorios del sueño
se han asociado siempre con un mayor riesgo de padecer problemas
cardiovasculares, metabólicos o neurocognitivos. Una investigación del
Instituto de Investigaciones Biomédicas Augusto i I Sunyer (Idibaps),
la Universidad de Barcelona y el Hospital Clínic demuestra ahora que
padecer apneas severas aumenta la posibilidad de morir de cáncer o de padecerlo.
«Sabíamos que la hipoxia, suministro inadecuado de oxígeno, provoca
cáncer, lo que no habíamos demostrado aún es que la hipoxia
intermitente,la principal característica de las apneas del sueño,
promueve la angiogénesis y el crecimiento tumoral aceleado. Eso lo hemos
visto y constatado en modelos animales», indica Ramon Farré responsable
de la Unidad de Biofísica del Idibaps y uno de los responsables de la
investigación. Esos resultados en animales se confirmaron después en
humanos.
Una colaboración con el equipo del doctor Francisco
Javier Nieto, del departamento de Ciencias de la Salud Pública en la
Universidad de Wisconsin (Estados Unidos) ha permitido demostrar en una
gran cohorte retrospectiva que las apneas del sueño también aumentan el
riesgo de mortalidad por cáncer en humanos.
Los investigadores
examinaron los datos de mortalidad recogidos durante 22 años de una
muestra de 1.522 personas (población general) y compararon los
resultados entre los participantes con apneas y los que estaban libres
de la enfermedad.
Confirmado el vínculo
Los resultados de la investigación, presentados ayer en la Conferencia Internacional de la American Thoracic Society en San Francisco y se publicarán en el «The American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine»,
revelan que, en comparación con los sujetos sin apneas del sueño, el
riesgo de mortalidad por cáncer se multiplica por 1,1 en los que sufran
trastorno del sueño leve, por 2,0 en aquellos que padecen apneas
moderadas y por 4,8 en los participantes con trastorno grave del sueño.
«Eso,
de entrada, significa que en caso de desarrollar un cáncer, el hecho de
sufrir apneas graves podría acelerar su progresión», dice Farré, quien
subraya que «esta investigación ha servido para confirmar que existe una
relación directa entre apneas y mortalidad por cáncer».
La buena noticia es que tratando la apnea con la utilización de mascarillas que proporcionan oxígeno del sueño por ejemplo se eliminan los problemas asociados «y se desactiva el riesgo de sufrir cáncer», concluye el investigador.
Diagnóstico
No es el primer trabajo que muestra una relación entre los problemas respiratorios durante el sueño y el cáncer. Otro estudio basado
en una muestra de 5.246 pacientes que acudieron a la Unidad de
Trastorno del Sueño de siete hospitales españoles entre los años 2000 y
2007 demostró que las apneas severas son un claro factor de riesgo para
padecer cáncer. Según el trabajo, realizado en colaboración con la
Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el 5,7% de
los pacientes con trastornos respiratorios del sueño se les diagnosticó
un cáncer durante el seguimiento, y el riesgo de padecer la enfermedad
aumentó según la gravedad de la apnea.
«Todos estos estudios muestran que existe una relación importante, no constatada antes entre la apnea del sueño y el cáncer»,
explica Ramón Farré. Con el tratamiento que se le presta ahora a la
apnea del sueño se podrá desactivar el riesgo de sufrir cáncer.