viernes, mayo 25, 2012

Mentiras sobre los dientes

La higiene bucal es uno de los temas de salud que debemos darle gran importancia, pues repercute en el bienestar general del organismo.

Una de la parte de nuestro cuerpo que, en ocasiones, descuidamos de más, sin pensar que es esencial para tener una vida plena y saludable es la boca y por ende, la dentadura, ya que como dice kcsl.org, si desde pequeños adquirimos buenos hábitos de limpieza, tendremos menos problemas al comer, en el desarrollo verbal, en la adquisición de confianza y de salud en general.

La higiene bucal nos ayudará a tener una sonrisa envidiable, no sufriremos de mal aliento y sobretodo, contribuirá a que de adultos mayores no nos sea tan fácil el perder piezas de la dentadura, así como molestos dolores de encías y otros problemas.

Algunas de las recomendaciones clásicas que escuchamos para tener siempre unos dientes sanos es lavarlos mínimo tres veces al día, después de cada alimento, utilizar enjuague bucal, así como hilo dental,  evitar el consumo de tabaco y otras bebidas que hacen que se manchen, cambiar el cepillo de forma regular y visitar al dentista mínimo dos veces al año.


Como en la mayoría de las cosas, sobretodo aquellas que tienen que ver con nuestro bienestar, existen una serie de creencias que resultan falsas y por lo cual se crean diversas mentiras alrededor de este tema. Con ayuda de dandoclics.com y dentaladvance.wordpress.com, te decimos 10 de esas falsedades.

1. Para limpiar mejor tus dientes, además de la tradicional pasta, utiliza bicarbonato. Eso es mentira, ya que este compuesto químico al entrar en contacto con los dientes resulta ser muy agresivo para ellos, a tal grado que en poco tiempo notarás daños y desgaste en tu dentadura.

No hay nada mejor que un buen cepillo y una pasta de dientes que contenga flúor, que no sea abrasiva, para no exterminar el esmalte. Lo mejor es que te asesores con un dentista para que pueda recomendarte los mejores productos.


2. Si tus encías sangran constantemente, con un buen cepillado solucionarás el problema. El que tus encías sangren cada vez que te lavas los dientes o de repente al terminar de comer, es una alarma de atención que podría estarte diciendo que tienes un problema de salud bucal, como inflamación o acumulación de placa.

Lo mejor será que te revise un especialista porque el sangrado no parará hasta que te retiren esa placa que se ha formado alrededor de tus dientes y si las cepillas, podrías lastimarlas. El cepillado es benéfico siempre y cuando ya te hayas atendido, pues colabora en la recuperación.

3. Las úlceras bucales son sinónimo de cáncer. No necesariamente. Muchos factores pueden hacer que salgan, tales como problemas digestivos, exceso de calor, cambios hormonales, estrés, falta de ciertos elementos nutritivos y quizá algún problema relacionado con la higiene dental.

Por lo regular, suelen curarse por sí solas en 15 días cuando mucho, aunque hay que estar al pendiente de esas úlceras que no causan ningún tipo de malestar o dolor y que no cierran con el paso del tiempo, ya que de éstas si podría surgir un tumor maligno.


4. Se recomiendan los enjuagues bucales hechos con alcohol. La realidad es que en los últimos años, expertos en el tema se han dedicado a hacer diversos estudios e investigaciones en donde han comprobado que los enjuagues hechos a base de fórmulas etílicas aumentan la proliferación de ciertas bacterias en la boca, las cuales causan mal aliento.

De igual modo, otro problema con este tipo de enjuagues es que son muy agresivos para la boca y pueden llegar a secarla e incluso, podrían llegar a desarrollar cáncer bucal.

5. El chicle incrementa la caries. Si masticas un chicle sin azúcar sucede todo lo contrario, ayudas a eliminar a las bacterias que puedan quedarse entre los dientes. Además, esta acción permite que la producción de salivar se incremente y con ella, estamos haciendo un lavado dental que remineraliza y endurece los dientes, luego de la comida.

También, escoge una goma de mascar que contenga xilitol, un edulcorante vegetal que procede de la corteza del pino y que colabora en la reducción de las bacterias que dañan a tu boca.


6. Sabes que tienes caries porque duelen los dientes. Esto no siempre es así, pues por lo regular la caries está ahí en nuestros dientes, sin que nosotros nos demos cuenta. De hecho, sólo hay dolor cuando la infección no encuentra cómo liberarse, es decir, por medio de una pequeña rotura en los dientes. Es por eso que se recomienda ir al dentista mínimo cada seis meses.

7. Los genes determinan que una persona tenga una pésima dentadura. Es verdad que sí existe una relación entre la genética y el tener unos dientes más o menos fuertes, en realidad lo que determina en mayor cantidad que alguien tenga una buena o mala dentadura es la alimentación que cada persona lleve desde edades muy tempranas, así como los malos hábitos.


8. Tomar leche fortalece en gran medida a los dientes. Es cierto que este producto lácteo es rico en nutrientes, se recomienda tomar sólo un vaso en alguna de las comidas del día, ya que la lactosa, en grandes cantidades, puede hacer graves estragos en la dentadura.

Así que ya sabes, olvídate de darles leche a los pequeños antes de dormir, pues sus dientes serán el blanco perfecto para los ataques de los ácidos, ya que la saliva no trabaja de la misma manera cuando dormimos.

9. Los blanqueadores cambian el color de los dientes. En realidad, estas sustancias lo único que hacen es borrar las manchas que puedan tener los dientes, por lo que el color original de éstos resaltará, pero jamás harán que éstos se vuelvan más blancos o brillantes.


10. Después de los 18 años, lo mejor será sacar las muelas del juicio. Los adolescentes entre los 16 y 18 años comienzan a sufrir por la aparición de estas piezas dentales que, en su momento, tuvieron una función importante pero que hoy en día son obsoletas.

Cuando comienzan a salir, provocan muchos dolores y malestares, entre ellas algunas infecciones por lo cual, es necesario su extracción. Pero si emergen de las encías sin causar ningún tipo de inconveniente, no hay por qué removerlas.