La carrera del cantante y compositor Robin Gibb, fallecido este domingo a los 62 años, se extendió a lo largo de seis décadas, pero fue el grupo Bee Gees, que formó junto con dos de sus hermanos, lo que le convirtió en toda una leyenda de la música disco.
La
voz de Gibb, que pasará a la historia por haber formado parte de una de
las bandas más famosas de los años 70 y 80, se apagó a los 62 años
después de luchar sin éxito contra el cáncer.
Bee
Gees, fundada por Robin en 1958 junto a dos de sus hermanos, Maurice y
Barry, logró, gracias a temas como «Massachusetts», «I've Gotta Get A
Message To You», «Lonely Days» o «How Can You Mend A Broken Heart»,
convertirse en un referente incuestionable en las pistas de baile de
todo el mundo.
El delgadísimo y sonriente músico, que recientemente se centró en la composición de música clásica, tenía tres hijos, dos de su primer matrimonio y uno fruto de un segundo enlace.
Junto a su segunda mujer,
Dwina, con la que se casó en 1985, el cantante y compositor vivía entre
sus casas de Miami (Estados Unidos), Thame (Inglaterra) y la Isla de
Man, donde nació en 1949.
Años de gloria
Robin
empezó su carrera musical en Australia donde se mudó con su familia en
1958 y donde los tres hermanos presentaron con gran éxito un programa
semanal de televisión.
En
1967, cuando los Gibb regresaron al Reino Unido, su carrera musical
despegó con composiciones de rock psicodélico como «New York Minning
Disaster 1941».
Fue
durante la década de los 70 cuando Bee Gees se consagró como uno de los
grupos más influyentes de ese momento, trabajando con el productor Arif
Mardin y gracias a su participación en la archipopular banda sonora de
la película «Saturday Night Fever» (Fiebre del Sábado Noche) en 1977,
que contenía temas ya clásicos como «Stain' Alive».
La
mezcla de baladas y música disco que hicieron furor en las discotecas
de todo el mundo les ayudó a vender 35 millones de copias del álbum
«Spirits Having Flown» (1979), aunque al principio de la siguiente
década, los tres hermanos empezaron a experimentar el rechazo de la
crítica y el olvido del público.
Robin Gibb, que recibió la prestigiosa Orden del Imperio Británico de manos de la reina de Inglaterra, Isabel II, en 2001, aprovechó ese momento para iniciar su carrera en solitario con los discos «How Old Are You?» o «Juliet», además de escribir y producir para otros músicos como Barbara Streissand, Jimmy Ruffin o Dolly Parton.
El
nombre de Bee Gees, que cosecharon récord de ventas de más de 200
millones de copias vendidas desde que alcanzaron la fama en la década de
los 60, permaneció en activo con algunos discos y actuaciones, pero en
2003 quedó definitivamente disuelto con el fallecimiento a los 53 años
de Maurice, el hermano gemelo de Robin por una obstrucción intestinal.
Sus últimos proyectos
A
partir de ese momento, el músico tocó alguna vez con su hermano Barry
en eventos benéficos y se dedicó, como compositor, a luchar para que los
artistas reciban derechos de autor por sus trabajos. Desde 2007, era
presidente de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y
Compositores (CISAC siglas en inglés).
Más
recientemente, el músico, a quien se calcula una fortuna, compartida
con su hermano, de 180 millones de dólares, había trabajado con su hijo
RJ en composiciones clásicas como «Titanic Requiem», un álbum basado en el hundimiento del famoso transatlántico.
El
11 de abril, Robin Gibb canceló su asistencia en Londres al lanzamiento
de esta obra a causa de una neumonía que le llevó a ingresar en una
clínica privada de Londres, donde tras pasar varios días en coma,
sorprendentemente logró recuperarse.
Todos
sus actos públicos anteriores a ese susto se habían cancelado tras una
operación intestinal que se le practicó el pasado 25 de marzo. Su última actuación en
un escenario tuvo lugar el pasado febrero en un concierto benéfico para
ayudar a soldados heridos en el teatro Palladium de Londres.
Los problemas de salud para el cantante fueron constantes desde que en 2010 le fuera diagnosticado un cáncer de colon e hígado, del que en un principio se creyó que «milagrosamente» se había salvado.
Sin embargo, la recuperación no pareció ser completa y en 2011 fue sometido a una operación por una obstrucción intestinal, el mismo problema que provocó la muerte de su hermano gemelo.
Su
delicada salud provocó finalmente su fallecimiento este domingo que su
familia comunicó «con gran tristeza» en un comunicado en el que pidieron
«respeto a su privacidad en estos momentos difíciles».