jueves, julio 12, 2012

El secreto mejor guardado de Sudamérica

La leyenda cuenta que existió, hace miles de años, una ciudad cimentada a base de oro y piedras preciosas; misma que muchos conquistadores trataron de encontrar sin que tuvieran mucho éxito...

Una de las cosas fundamentales que son parte de la cultura de determinado lugar son las llamadas leyendas, aquellos relatos sobre un acontecimiento en particular que ha sido transmitido de generación en generación y que forma parte de la historia de dicho lugar.

Por lo regular, una leyenda parte de un hecho real, el cual está enriquecido con elementos ficticios y un tanto maravillosos e inverosímiles, aunque con el paso del tiempo muchos terminan desvirtuándose hasta crear una historia totalmente diferente a la original.

Seguro que has escuchado más de una leyenda. Una de las más famosas es la de "El Dorado", un sitio que los conquistadores españoles ansiaban encontrar en el continente americano, sin imaginarse que muchos de ellos, en su búsqueda, encontrarían la muerte.


Como dice apocatastasis.com, por ahí del año 1530, en la región de Los Andes, muy cerca de lo que hoy en día es Colombia, conquistadores españoles encabezados por Gonzalo Jiménez de Quesada, tuvieron contacto con un indígena de los Muiscas, quien les contó acerca de un ritual celebrado por un cacique de nombre Guatavita, con motivo de agradar a los dioses del lugar.

  

Totalmente desnudo, Guatavita se bañaba todo el cuerpo con polvos de oro y se subía a una pequeña balsa con la cual remaba por la laguna que llevaba su nombre; al llegar a un punto en donde se encontraban dos cuerdas tendidas perpendicularmente de orilla a orilla, se tiraba al agua, junto con varias piezas de oro y piedras preciosas, sobretodo con esmeraldas.

Dicha historia comenzó a ser del dominio de todos los conquistadores europeos que se hallaban o tenían la intención de viajar al nuevo continente; el rumor de un sitio lleno de oro y joyas despertó en aquellos hombres las ganas de encontrar y de hacerse propietarios de dichas riquezas.

Por órdenes de la reina Isabel la Católica, Ángel Guerra fue el primer español que se lanzó en la búsqueda de este sitio bautizado como El Dorado, una ciudad que era vislumbrada como una urbe construida a base de oro y plata, con edificaciones resplandecientes, pero sin que éste tuviera mucha suerte.


Como dice senderosdelahistoriawordpress.com, varias fueron las expediciones realizadas por Sudamérica con la intención de encontrar este lugar privilegiado por la naturaleza. Alemanes y españoles se lanzaron a la aventura e incluso emprendieron batallas con nativos de distintos lugares, supuestamente aledaños a esta ciudad mítica, arrasando con todo lo que hubiera a su paso, sin tener mayor éxito.

Quizá la expedición más famosa fue la realizada por Francisco de Orellana en 1541, quien bajo la orden de Gonzalo de Pizarro, tenía la encomienda de encontrar la ciudad y lo que realmente halló fue el haber navegado gran parte del Amazonas, experiencia difícil de superar, debido a lo infructuoso del viaje, así como las penumbras que tuvo que superar.

Varios expedicionarios murieron en su intento por encontrar las riquezas que supuestamente se hallaban bajo el agua, pues nadie conocía el lugar exacto en donde se decía que se llevaba a cabo el ritual de Guatavita, por lo que muchas veces les era imposible regresar a la superficie. Otros regresaron a sus casas enfermos e incluso con problemas mentales.


En la actualidad,  se sabe que la laguna de Guatavita se localiza al sur de Bogotá y que durante años se hicieron excavaciones y drenajes con tal de obtener todo ese oro que según fue arrojado a sus profundidades.  

De acuerdo a misteriosyleyendas.com, en 1969, un agricultor encontró, muy cerca de la laguna, una figurilla de oro que en teoría representa al cacique que llevaba a cabo la ceremonia.

El gobierno colombiano prohibió los trabajos en la laguna, orden que un periodista de aquel país, Roberto Tovar Gaitán hizo caso omiso y en 1990, junto con un equipo de buzos que llevaban cámaras de televisión, se introdujo para captar la evidencia de los saqueos realizadas a principios del siglo XX.

Según el trabajo hecho por el reportero, El Dorado verdadero se sitúa en otro cuerpo de agua, la lagunita de Siecha, la cual se localiza a unos 35 kilómetros de Guatavita, lo que ha hecho que la leyenda siga siendo todo un misterio por resolver.


Como sea, El Dorado forma parte de la cultura popular, gracias a que el séptimo arte ha influido en gran medida, con producciones como La Leyenda del Tesoro Perdido: El Libro de los Secretos, Indiana Jones y la Calavera de Cristal, El Camino hacia El Dorado, entre muchas otras.