El corte de digestión puede producirse independientemente del proceso de digestión. Realmente es un sincope de hidrocución, que se produce por un reflejo extremo en la inmersión y es más acusado en los niños.
Aprovechando la llegada del verano, te explicamos las características del corte de digestión y cómo evitarlo, para poder disfrutar de las vacaciones sin sobresaltos.
¿Qué es el corte de digestión?
El corte de digestión no existe como tal, se llama síncope de hidrocución
y este síncope puede producirse independientemente del proceso
digestivo. Se produce por un reflejo de inmersión extremo, más acusado
en los niños, por una alteración brusca de los reflejos al contacto con
el agua, pudiendo provocar una pérdida de conocimiento (síncope) ó una
parada cardiaca.
Al
introducirse en el agua, el organismo disminuye la frecuencia cardiaca y
una vasoconstricción periférica para garantizar que el cerebro tenga un
aporte preferencial de sangre y por tanto de oxígeno. Cuanto más fría esté el agua y más elevada la temperatura corporal, más acusado será este reflejo.
Por
otro lado, durante el proceso de la digestión, el estómago necesita
mayor aporte de sangre, por tanto, el cerebro recibe una menor cantidad
de sangre y, por ende, de oxígeno lo que favorece el síncope de
hidrocución. El ejercicio físico intenso antes del baño o cualquier
situación que eleva la temperatura corporal también puede favorecer un
síndrome de hidrocución.
¿Cómo se previene?
Para evitar este síndrome hay que evitar la exposición prolongada al sol,
el ejercicio físico intenso antes del baño, entrar en el agua
inmediatamente después de las comidas, especialmente si han sido
copiosas ó se han ingerido bebidas alcohólicas, y la entrada brusca al
agua fría.
Es conveniente entrar poco a poco en el agua
para que el cuerpo se adapte de manera progresiva a los cambios de
temperatura y salir si se sienten mareo, escalofríos, nauseas, visión
borrosa ó zumbidos en los oídos.