domingo, julio 22, 2012

Cómo actuar ante un grave accidente en la familia

Ocho pautas para manejar las importantes crisis psicológicas que producen este tipo de acontecimientos.

El verano es, sin duda, la época con más accidentes de tráfico de todo el año, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Accidentes que sacuden la vida de muchas familias ocasionando cambios brutales en la vida de estas. ¿Cómo podemos ayudar a nuestro familiar en estos momentos? ¿Podemos hacer algo para favorecer su recuperación? «Podemos ayudar, y mucho», indican desde el grupo de Trabajo de Psicología de Urgencia, Emergencia y Catástrofes del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

La familia es, a su juicio, el mejor colchón amortiguador de sus miedos e inseguridades. «Se volverá a sentir de repente como una persona indefensa, insegura, y tremendamente dependiente, y podemos hacer mucho para ayudarle», añaden desde el COP. Estas serían las recomendaciones para facilitar la recuperación emocional de un pariente en caso de que este haya sufrido un accidente grave:

1. Escuchar el relato que hace el herido de los hechos tantas veces como esté dispuesto a contarlo.
2. Tratar de no adelantarnos a su relato ni de explicarle nosotros cómo ha pasado. Favorecer el proceso haciendo preguntas que le ayuden a situarse en el momento y lugar en el que ocurrió el accidente.
3. Desculpabilizar. La culpabilidad por lo sucedido aparece habitualmente después de un accidente. Hay que tratar de transmitirle que la culpa (sea racional o no) es normal que aparezca, que la mayoría de las víctimas también se sienten así.
4. Mostrar afecto y compresión. Nuestro familiar necesitará en estos momentos que estemos muy cerca de él. Igual que nosotros, tiene mucho miedo por su futuro y no sabe cómo va a ser su vida ni qué tipo de secuelas van a quedar en su cuerpo.
5. Ofrecer toda la información de la que dispongamos. No mentir.
6. Dejar que, en todo lo posible, tome decisiones relacionadas con su vida en el hospital y fuera de este.
7. Evitar situaciones sobreprotectoras. En algunos casos las situaciones de tristeza y de pena hacia el accidentado fomentan este tipo de conductas que, lejos de ayudar, le transmiten sentimientos de inseguridad y fragilidad.
8. Solicitar ayuda de un psicólogo si persisten los sentimientos de miedo, desamparo, ansidedad... etc.