El mito de que el integrante del cuarteto de Liverpool, Paul McCartney en realidad murió en el año 1966 tiene mucho tiempo. Algunos creen que cada parte de esta historia es cierta, pero muchos aseguran que se trata de un invento y que el Paul que vemos en nuestros días grabando discos y dando conciertos es el verdadero.
Sin embargo, la reciente publicación del DVD Paul McCartney Really is Dead: The last testament of George Harrison, donde como dice el título, se indica que McCartney está muerto y que el que vemos actualmente en los medios no es más que un doble que lo remplazó al fallecer, ha despertado de nuevo la polémica.
¿Cómo murió Paul? De acuerdo al sitio paulisdead.es, el 9 de noviembre de 1966 a las 5:00 hrs., Paul estaba trabajando en la grabación del álbum "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" y después una fuerte discusión con el resto de los integrantes de The Beatles, McCartney salió del estudio, subió a su auto deportivo y lo manejó a alta velocidad para finalmente impactarse contra un camión y morir en el accidente.
Existe controversia sobre el auto que conducía Paul en ese momento, pues algunas fuentes sobre el mito mencionan que se trataba de un Austin Healy (coche rojo) y otras que se trataba de un Aston Martin (auto negro), aunque se sabe que es ésta última marca por la que el cantante ha mostrado mayor afición.
Ambos autos son de origen británico y poseen una línea muy similar en su diseño, razón por la que junto con el parecido de las marcas, no es de extrañarse que se confundan.
El auto que conducía Paul en ese entonces era uno de los deportivos más codiciados de la época, un DB5 (Aston Martin), el cual fue utilizado en las películas del agente 007 James Bond, Goldfinger y Thunderball, por lo que conducirlo en las calles otorgaba un estatus de poder y sensualidad.
Incluso, se menciona que tras ver a Sean Connery conduciéndolo en la pantalla grande, el ex Beatle decidió adquirir uno.
Debido a sus famosos dueños y a sus apariciones en la pantalla grande, -tuvo una reaparición junto a James Bond en 1995 en la película Golden Eye- actualmente es uno de las más grandes íconos de la marca y a pesar de que su precio original era de 12 mil 995 mil dólares, su valor ha llegado a superar los 680 mil, según supercars.net.
No existe mucha diferencia en la línea DB de Aston Martin, por lo que para encontrar los cambios estéticos entre sus versiones es necesario poner atención a los detalles, en los cuales cualquiera se puede perder al admirar su lujo, deportividad y elegancia. Incluso, el gusto por el diseño y estilo del DB fue tanto, que McCartney posteriormente adquirió un DB6.
Por otro lado, hablando de su potencia, el DB5 cuenta con un motor de seis cilindros y una capacidad de cuatro litros que brindan 282 caballos de fuerza y un torque de 280 libras-pie, sin duda un auto muy potente para la época y que aún le ganaría a varios que están actualmente en el mercado.
Se fabricaron tanto la versión coupe como la GT y la convertible, siendo esta última ofrecida con la opción de un toldo de acero de alta resistencia y un medallón muy amplio.
Todas las versiones brindan una alta sensación de deportividad debido a la instrumentación de su tablero.
Debido al mito, la existencia del DB5 de Paul McCartney es tan incierta como la del cantante, pues muchos sugieren que el auto involucrado en el accidente también fue sustituido, lo que de acuerdo al sitio paulfrasercollectibles.com, seguramente molestaría a quien adquiriera dicho vehículo en la subasta del pasado 21 de septiembre de 2011, llevada a cabo en el Duxford Imperial War Museum, en Cambridgeshire, Reino Unido; pues podría no ser el verdadero auto y tampoco el verdadero McCartney lo habría manejado.
La pregunta sigue en el aire, lo único cierto es que el DB5, ícono de la marca Aston Martin, ícono de la banda británica The Beatles y de las historias del agente secreto más famoso del mundo, ha sido inspiración de muchos y pasión de pocos.