«Habéis visto un tío más feo que Ribery???». «Obtuve 2.215 puntos en el #Doodlejump!!! Supera eso!». Ninguno de estos tuits fue escrito por un universitario, una peluquera, un albañil o un empresario. ¿Sus autores? Elena Valenciano, Vicesecretaria General del PSOE, y José Antonio Monago, presidente de Extremadura.
Alejandro Sanz y David Bisbal, dos twitteros que han llegado a ser «trending topic» por su desafortunados comentarios |
Más ejemplos. Una fan se dirige a su cantante favorito en Twitter
y le dice: «No puedo con las injusticias: Caso Marta del Castillo!!se
me parte el corazón con esos padres. Le mandamos todo nuestro apoyo?? ».
Él respondió: «Que manía tenemos de juzgar antes de que lo hagan los
jueces... Marta es inocente hasta que un juez diga lo contrario». Tras
esta respuesta está Alejandro Sanz, que confundió el caso Marta del Castillo con la «Operación Galgo», en la que estuvo implicada la atleta Marta Domínguez.
La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, y su puntuación en «Bubble Shooter Adventures»; Bisbal y sus pirámides; la publicación de la fotografía de la mujer de Santiago Cañizares desnuda en la misma cuenta del exjugador; el insulto que Arturo Pérez Reverte profirió al exministro de Asunto Exteriores, Miguel Ángel Moratinos... ¿Qué ocurre con las personalidades en Twitter?
«En general, no son conscientes de qué es ni de cómo funciona», explica Rebeca Sáez, Social Media Strategist en Tinkle. Por su experiencia en el asesoramiento a celebrities y empresarios en la red social, Rebeca asegura que «les
falta mucha formación» en este campo y «tienen que ser más conscientes»
de la importancia de tener una buena identidad digital.
Porque estar a día de hoy en Twitter es imprescindible y manejarlo «es una cuestión de responsabilidad», recuerda la experta. «Deben aprender a hacerse responsables del uso de este nuevo canal».
Pensar antes de publicar
Pero, además, hablar de las cuentas de Twitter de políticos es hablar de cuentas que actúan como marcas personales. «En estos casos, la clase política utiliza esta herramienta con un fin determinado que tiene que ver con su partido», explica Clara Ávila,
Consultora de Social Media en The Cocktail. Y precisamente en estos
casos, «si la persona no está concienciada, no debe manejar la Red».
La cuenta de Twitter de un personaje notorio es clave, y más desde el punto de vista comunicativo porque un «tweet» puede convertirse en noticia en apenas unos segundos. Por ello es fundamental que un político, un artista o una «top model» estén respaldados por un buen equipo de comunicación que planifique y asesore una estrategia de comunicación.
Clara Ávila recuerda que Mariano Rajoy no maneja su Twitter.
Lo hace parte de su equipo de comunicación que estudia minuciosamente
cada «tweet» para que no tenga ninguna falta ortográfica y la
información lanzada sea la correcta.
«Si
lanzas un mensaje público, tienes que estar muy concienciado de lo que
vas a hacer. Si no, mejor no lo hagas», aconseja la experta en The
Cocktail, quien además ofrece un truco para evitar meter la pata en
Twitter: «Siempre tienes que comunicar todo aquello que seas capaz de decir subiéndote a una silla y gritándolo en un bar. De lo contrario, no publiques».
La mejor postura: pedir perdón
David Bisbal quizás pensó que sería capaz de decir en un bar aquello de las pirámides de Egipto pero, tras ver el revuelo que se armó en Twitter, reflexionó y se dio cuenta de su error. Tarde porque el «tweet» ya se había publicado, se ha convertido en «trending topic» y todos los medios de comunicación se hicieron eco de su gravísimo error. Es entonces cuando el equipo de comunicación se pone a trabajar con urgencia para solucionar esta crisis de identidad digital.
«El me enfado y no respiro, como hizo Alejandro Sanz, no es una respuesta buena», explica Clara Ávila. Y tampoco cerrar la cuenta para después volver, como en el caso del presidente de Extremadura.
«Es
mejor optar por la reacción que tuvo, por ejemplo, Pérez Reverte cuando
insultó a Moratinos» que se puso a «retwittear» todos los «tweets» que
iban en su contra. «Su estrategia fue ‘yo me río con vosotros’».
Pero la mejor de las reacciones es pedir perdón. «Si te has equivocado, reconócelo pero nunca pongas una excusa», explica Clara Ávila porque si realmente ha sido tu hijo el que ha hecho eso «¿Cómo
es posible que tu móvil, ya sea personal o del trabajo, esté en manos
de un menor? En Twitter se coge antes a un mentiroso que a un cojo», recuerda.
Y sobre todo, nunca borrar la prueba del fallo. El «tweet» «maldito» se queda y el de la disculpa, también.