miércoles, octubre 24, 2012

Colonoscopía: miedos injustificados y muchas bondades

Es un procedimiento que permite examinar visualmente el interior del intestino para detectar pólipos u otras lesiones. Ayuda a prevenir el cáncer colorrectal. Se hace con sedación y es indoloro. Se recomienda de manera rutinaria a partir de los 50 años.

La videocolonoscopía es un estudio importante, que se recomienda de manera rutinaria a los adultos de más 50 años o más como parte de programas de detección del cáncer colorrectal. En países donde los gobiernos han implementado políticas de screening, este tipo de tumores se redujeron un 30%. En Argentina, según datos del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, entre el 20 y 30% de los estudios detectan lesiones y pólipos.

Durante décadas, fue un estudio con mala fama: doloroso, incómodo, rodeado de pudores. Hoy se hace con sedación, sin molestias y de manera ambularia. Lo cubren las prepagas y obras sociales.

"Es importante hacerse una colonoscopía porque la patología neoplásica del colon ocupa el segundo lugar en el hombre y el tercero en la mujer dentro de las enfermedades malignas en nuestro medio. La mayor incidencia aparece despues de los cincuenta años de edad, con igual prevalencia en ambos sexos", explica a Entremujeres el doctor Jorge Ricardo Dávalos, Jefe Honorario del Servicio de Gastroenterología del Hospital Italiano de Buenos Aires. "Se aconseja el estudio de la población a partir de esa edad salvo algunas condiciones en que se sugiere adelantarlo: antecedentes familiares de PAF (poliposis adenomatosa familiar: los estudios de colon deben comenzar a los 10 años de edad); antecedentes de Sindrome de Lynch (a partir de los 20/25 años); enfermedad inflamatoria intestinal (Colitis Ulcerosa Inespecífica); rectosigmoiditis (a partir de los 15 años); Cáncer de Colon o pólipos esporádicos (a los 40 años o 10 años antes que el familiar más joven haya padecido la enfermedad)", explica el especialista.

"La videocolonoscopía permite la detección de lesiones (fundamentalmente pólipos) que tienen posibilidades de transformación maligna en mayor o menor grado según su tamaño, base de implantación, tipo histológico y grado de displasia. Permite detectar lesiones malignas en estadio evolutivo precoz, enfermedades inflamatorias, y también otras alteraciones no vinculadas a la neoplasia (cáncer). Para ser eficientes, no hay que esperar a tener síntomas (cambio del ritmo evacuatorio, dolores, etc.), signos (pérdidas de sangre) o antecedentes familiares. Al llegar a los 50 años se debe realizar por razones de screening, cribado o estudio preventivo", dice el doctor Dávalos.

"Toda persona de 50 años o más debe someterse a una prueba de detección para cáncer colorrectal cada tres a 10 años, dependiendo del historial médico personal y familiar", señala el doctor Mark E. Stark, de la División de Gastroenterología y Hepatología de la Clínica Mayo, Florida, Estados Unidos. "Debido a que el cáncer colorrectal se desarrolla a partir de crecimientos no cancerosos (pólipos), si todas las personas de 50 años o más se sometiesen a pruebas para revisarlos, podría prevenirse la mayoría de casos de esta enfermedad. A pesar de eso, este tipo de cáncer es la tercera causa más común de fallecimiento por cáncer en Estados Unidos".



El estudio


La colonoscopía es un estudio que se realiza con un tubo flexible, que se introduce por el ano y se lo hace avanzar a través del recto y el colon hasta llegar a la unión del colon con el intestino delgado. El colonoscopio tiene una luz en la punta y una lente o cámara que permite que las imágenes se vean en un monitor de video (videocolonoscopía).

La colonoscopía permite visualizar toda la mucosa (revestimiento interno) del colon (intestino grueso) para descartar anormalidades. Es un estudio recomendado para detectar cáncer colorrectal. Se la suele indicar para evaluar síntomas como dolor abdominal, sangrado o diarrea crónica, y de manera preventiva, a modo de screening, luego de los 50 años (si hay antecedentes se puede hacer a partir de los 40 años).

La colonoscopía es un procedimiento que se realiza habitualmente con sedación anestésica para que sea mejor tolerado. Durante este estudio se coloca aire para distender el colon y permitir avanzar el endoscopio y visualizar mejor toda la superficie de la cara interna del intestino grueso. Se evalúa el colon durante la introducción del aparato y en forma más minuciosa durante la retirada del mismo. El estudio dura en promedio entre 15 y 30 minutos.
Cuando, por alguna razón, el estudio no puede realizarse en forma completa (no se pudo ver la unión del colon con el intestino delgado) se puede solicitar algún otro estudio, como por ejemplo una radiografía de colon por enema.

Durante la colonoscopía, si se observa una zona que necesite ser evaluada al microscopio, se extraerá una pequeña porción de dicha zona para hacer una biopsia. Si se encuentran pólipos, son extirpados para ser analizados microscópicamente. Si son benignos, también se "sacan": la gran mayoría de los cánceres de colon se desarrollan a partir de pólipos.



Signos de alerta


Más allá del screening de rutina, es importante consultar al médico ante determinados síntomas: la presencia de sangre al defecar es el más importante. También, el cambio de hábito intestinal y la anemia por déficit de hierro. En general, los sangrados ocasionales están asociados a algún episodio de estreñimiento o a hemorroides internas, pero es el médico el que debe confirmarlo. Ningún sangrado es "normal": es clave ir al médico.



Preparación previa


La realización de una videocolonoscopía requiere preparación previa. La misma varía de acuerdo a cada paciente: es el endoscopista quien indicará qué hacer. Normalmente, el colon alberga materia fecal, por lo cual debe estar perfectamente limpio para que su cara interna pueda ser examinada en forma completa y puedan ser diagnosticadas las lesiones pequeñas.

El proceso de limpieza de colon previo a la realización de una colonoscopia se denomina "preparación" y consiste en tomar soluciones o laxantes especiales que causan diarrea para vaciar el colon de su contenido habitual. También suele indicarse una dieta especial para los días previos. Es importante evitar deshidratarse, tomando más cantidad de líquidos que lo habitual.

Tenés que informar al médico si estás medicada con productos anticoagulantes, antiagregantes, insulina o hierro; también si, habitualmente, has requerido antibióticos en procedimientos dentales. La mayoría de los medicamentos pueden seguir tomándose de la manera habitual. Es importante que cuentes al médico, también, si estás amamantando o tenés chances de estar embarazada, si tenés presión alta o tenés alguna patología previa, y si sos alérgica a alguna medicación.

Si no pudiste completar el proceso de preparación del intestino, llamá a tu a su médico y preguntale qué debes hacer.

Después de la videocolonoscopía pueden quedar molestias abdominales leves o a veces distensión (hinchazón) por el aire que se introduce durante el estudio, habitualmente esto cede con la eliminación de gases. El médico suele comunicar oralmente el resultado ni bien termina el estudio.

Si la colonoscopía se realizó con sedación anestésica el paciente debe ser retirado por un acompañante responsable.



¿La colonoscopía puede tener complicaciones?


La colonoscopía es un procedimiento seguro cuando es realizada por médicos endoscopistas entrenados y con experiencia. Igualmente, aunque el índice de complicaciones graves es mínimo (se calcula 1 de cada 1000 colonoscopías), es un procedimiento que no está exento de las mismas. La complicación más grave es la perforación o desgarro de la pared del colon, que puede requerir cirugía para su resolución.

Otra de las complicaciones es el sangrado, en el sitio de una biopsia o luego de una polipectomía. Habitualmente es mínimo y cesa en forma espontánea. A veces requiere control con colonoscopía para detener el sangrado o seguimiento médico.

También pueden haber, aunque más raramente, reacciones adversas a los medicamentos utilizados para la sedación anestésica.

Para detectar las complicaciones luego de una colonoscopía es importante que el paciente se retire del estudio con pautas de alarma: dolor abdominal severo, fiebre y escalofríos, sangrado rectar, mareos, taquicardia. El sangrado luego de una polipectomía puede aparecer luego de varios días. Lo más importante es detectar las complicaciones lo más precozmente posible.



Colonoscopía virtual


El doctor Stark, de la Clínica Mayo, cuenta que hay un nuevo examen, la “colonoscopía virtual”, que "permite a los médicos examinar el colon sin ingresar con un colonoscopio. Después de limpiar el intestino en forma similar a la de la colonoscopía normal, se realiza una tomografía computarizada o TC del abdomen y pelvis. Para ayudar con la exploración, se infla el colon con aire mediante un tubo colocado en el recto. Luego se examinan las imágenes de la TC para detectar cualquier pólipo o tumor. Aunque este sea un recurso promisorio, la colonoscopía virtual actualmente no se recomienda para uso general. Si se encuentran pólipos en este examen, debe realizarse una colonoscopía normal para extirparlos", explica.



¿Cada cuánto son los controles?


"Cuando no se encuentra patología se recomienda la realización de una VCC con un intervalo de 5 a 7 años y algunos autores lo extienden a 10. Si no existieran alteraciones se interrumpen los controles a los 75 años. En los casos en que existiera alguna patología o se realizara terapeútica, los intervalos de control difieren según la misma y deben ser dados por el médico especialista tratante", explica el doctor Dávalos a Entremujeres.

El doctor Dávalos subraya que, "si bien existen múltiples métodos diagnósticos para el estudio de la patología colónica, hoy la videocolonoscopía es el único que permite realizar el diagnóstico (macro y microscópico por biopsias que se pueden tomar de la mucosa) y la terapéutica (resección de pólipos, mucosectomía, tratamiento de lesiones sangrantes,etc) en un mismo acto médico, cuando las condiciones de trabajo son adecuadas".