Las mujeres adultas que bebieron regularmente té verde podrían tener
ligeramente menos riesgos de padecer cáncer de colon, estómago y
garganta que las mujeres que no consumieron esta infusión, según un
estudio canadiense que se realizó analizando a miles de mujeres chinas
durante una década.
Los investigadores, cuyo informe apareció en
el American Journal of Clinical Nutrition, concluyeron que de entre más
de 69.000 mil mujeres, las que habían bebido té verde al menos tres
veces a la semana tenían un 14 por ciento menos de opciones de
desarrollar un cáncer en el sistema digestivo.
El estudio se
incorpora al debate sobre el impacto del té verde en la reducción de los
riesgos de padecer cáncer. Estudios anteriores han llegado hasta ahora a
conclusiones contradictorias sobre si los consumidores de té verde
realmente tienen menos riesgo de padecer cáncer.
"En este
estudio de gran perspectiva, el consumo de té verde ha sido asociado con
la reducción de los riesgos de padecer cáncer colorrectal, estomacal y
de esófago en las mujeres chinas", escribieron el director del estudio
Wei Zheng, que encabeza el departamento de epidemiología de la
Universidad de Vanderbilt de Medicina en Nashville, y sus compañeros.
Nadie
puede decir que el té verde en sí mismo sea la razón, ya que los
amantes del te verde suelen estar más preocupados por su salud en
general.
Pero el estudio intentó probar esto, dijo Zheng.
Ninguna de las mujeres fumaban o bebían alcohol regularmente, y los
investigadores también recogieron información sobre sus dietas, hábitos
de ejercicio físico, peso e historial médico.
Sin embargo, aún
teniendo en cuenta todos estos factores, el consumo de té por parte de
estas mujeres seguía manteniendo una relación con los riesgos de padecer
cáncer, dijo Zheng, aunque este tipo de estudio no pueden probar las
causas y los efectos.
Pocos ensayos clínicos se han centrado en
cómo el té verde puede reducir los riesgos de sufrir cáncer, y los
resultados han sido inconsistentes, según el Instituto Nacional de
Cáncer de Estados Unidos.
Hay "fuertes evidencias" procedentes
de investigaciones realizadas en laboratorios, con células animales y
humanas, de que el té verde tiene el potencial de combatir el cáncer,
escribió el equipo de Zheng.
Para la investigación, Zheng y sus
compañeros usaron datos de un estudio de largo recorrido realizado a más
de 69.000 mujeres chinas de mediana y avanzada edad.
Más de
19.000 fueron consideradas consumidoras regulares de té verde, es decir,
consumían la infusión más de tres veces a la semana. Durante 11 años,
1.255 mujeres desarrollaron cánceres en el sistema digestivo. En
general, los riesgos eran menores cuando una mujer bebía té verde de
forma habitual durante un largo periodo de tiempo.
Por ejemplo,
las mujeres que dijeron que habían tomado regularmente té verde durante
20 años tenían un 27 por ciento menos de posibilidades que las no
consumidoras de desarrollar cualquier cáncer en el sistema digestivo.
Y
había un 29 por ciento menos de opciones de que sufrieran un cáncer de
colon. El té verde contiene ciertos componentes químicos antioxidantes,
particularmente un compuesto conocido como EGCG, que podría prevenir que
las células se volvieran cancerígenas. Nada de esto prueba que la gente
deba empezar a usar el té verde para derrotar al cáncer.
Las
mujeres que bebieron mucho té verde en el estudio también eran más
jóvenes, comían más fruta y verdura, hacían más ejercicio y tenían
trabajos mejor remunerados. Los investigadores ajustaron las
diferencias, pero escribieron que es imposible realizar una cuenta
perfecta de todo.