El té constituye, detrás del agua, la segunda bebida más consumida en el mundo. Sus propiedades estimulantes y curativas hacen de esta rica infusión la predilecta de muchos.
A pesar de que el té se lleva bebiendo desde hace miles de años, las
investigaciones científicas para evidenciar y cuantificar los
potenciales beneficios para la salud de esta antigua bebida, no tuvieron
lugar sino en la actualidad.
De estos estudios se ha comprobado que el té verde contiene altos niveles de polifenoles, sustancias que poseen propiedades anticancerígenas y antibióticas, las cuales ayudan a prevenir enfermedades cardiacas y combaten determinados tipos de cáncer.
Este milenario té es considerado, en todo el mundo, un elixir de juventud.
Sus poderosos polifenoles, altamente antioxidantes, son capaces de
neutralizar los radicales libres, partículas principalmente responsables
del proceso de envejecimiento de la piel. Sus otros compuestos como los
aminoácidos y catequinas, mantienen a las células de la piel protegidas
del proceso de oxidación y favorecen una profunda hidratación, como
resultado del incremento en la captación de moléculas de agua. La piel
quedará tonificada y fortalecida, gracias a la acción estimulante de
colágeno y elastina que realiza el extracto de té verde.
Además
de sus excelentes propiedades, los usos del té verde no se limitan a su
preparación como infusión. Gracias a su capacidad de regenerar colágeno y
de retrasar el envejecimiento, el té verde forma parte esencial de muchos tratamientos de belleza,
sobretodo los que buscan rejuvenecer la piel del rostro. En estos
casos, el té es utilizado en forma de mascaras o mascarillas, las
cuales, acompañadas de tratamientos de vitamina C y oxigenación,
revitalizan, reparan, hidratan y nutren profundamente la piel.
Hoy
en día, este tratamiento incluye en su realización una
microdermoabrasión, que prepara a la piel para el proceso de
hidratación que vendría a continuación. La dermis es hidratada a través
de una digitopuntura manual, en la cual es aplicada un suero a base de
vitamina C que garantizar una mayor absorción del producto. A esto le
sigue la colocación de un velo de colágeno con té verde y vitamina C,
para luego finalizar con una oxigenación.