Un fuerte terremoto de 7,4 grados de magnitud sacudió este miércoles América Central y México y dejó al menos 48 muertos, 23 desaparecidos y 155 heridos en Guatemala, además de desatar alertas de tsunami en El Salvador y Nicaragua, se informó oficialmente.
"Tenemos que lamentar la muerte de 48 personas, cifra que se podría incrementar porque aún tenemos 23 personas desaparecidas", dijo el presidente Otto Pérez en la sede de la estatal Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, tras retornar de un recorrido por la zona afectada, a 250 km de la capital, sobre la costa del Pacífico. (Vea imágenes del impacto del sismo).
El sismo que azotó este miércoles a Guatemala es el más fuerte sentido en el país en los últimos 36 años. |
Varios municipios del suroeste seguían la noche del miércoles sin agua potable ni electricidad. En total 16.000 personas resultaron afectadas por el sismo, el más violento que sacudió Guatemala desde el de 1976, que dejó casi 23.000 muertos.
El terremoto, de 7,4 grados en la escala de Magnitud de Momento tuvo como epicentro el Pacífico a unos 24 km al suroeste de Champerico, Guatemala, indicó el servicio sismológico de Estados Unidos (USGS).
La mayoría de los muertos por el terremoto se registraron en seis pueblos del departamento de San Marcos, cuya cabecera, un típico pueblo guatemalteco de casas de una sola planta y construcciones estilo español colonial, permanecía en completa oscuridad y exhibía un panorama desolador.
La calle principal seguía obstruida en muchos tramos por trozos de mampostería y a ambos costados se alternaban pilas de escombros que marcaban el sitio donde hasta hoy se erguían las construcciones más antiguas, y entre las montañas de restos se elevaban, casi intactas, las viviendas mas nuevas que soportaron el sismo.
La necesidad de prepararse para la noche llevaba a muchos vecinos a deambular entre los restos y en la oscuridad, ayudados por linternas, en procura de rescatar colchones y mantas, pese a que esta noche seguían las réplicas del temblor.
Varias horas después del terremoto persistían los problemas de comunicación con la zona por la pérdida de enlaces telefónicos y los cortes de electricidad.
El ministro de Energía, Erick Archila, comentó que el terremoto dejó en un primer momento 73.000 hogares sin energía, casi todos en el departamento de San Marcos, y recomendó a los pobladores comprar insumos porque restablecer el servicio demandaría varias horas.
En El Salvador, donde al igual que en ciudad de Guatemala hubo escenas de pánico, se decretaron alertas preventivas por riesgos de tsunamis localizados.
Otras alertas similares fueron declaradas por Nicaragua, aunque los tsunamis no se produjeron.
En Ciudad de México se informó sobre la evacuación de edificios en la zona céntrica y en los estados de Chiapas y Oaxaca (sureste), sin que las autoridades reportaran daños.