A pesar de las recientes guerras, las crisis económicas y los escándalos políticos, en los últimos años, la tendencia ha sido que los presidentes de Estados Unidos sean reelegidos y ocupen la Casa Blanca durante ocho años. Le ha ocurrido a Obama, a pesar de los más de 16 billones de dólares de deuda acumulados por su administración y los millones de empleos destruidos. Sin embargo, a lo largo de la historia son más los inquilinos de la Casa Blanca que sólo han conseguido ganar unas elecciones.
En concreto, son 28 los que no superaron su reválida en las elecciones o incluso no llegaron a terminar su primer y único mandato, con casos tan sorprendentes como los de Zachary Taylor, que gobernó el país un año y medio (marzo de 1849-julio de 1850), James Abram Garfield, seis meses (entre marzo y septiembre de 1881) o William Henry Harrison, tan sólo un mes (en marzo de 1841).
Desde Thomas Jefferson, en 1801, hasta Obama, son 16 los presidentes que consiguieron ganar sus segundas elecciones
1.- Thomas Jefferson (1801-1809):
fue el tercer presidente de los Estados Unidos y uno de los
considerados «padres fundadores de la nación». Algunas de las decisiones
que le valieron su reelección durante la primera legislatura fueron la
supresión de muchos impuestos federales, su fomento de los ingresos
aduaneros, el establecimiento de la Academia Militar de West Point
(1802) y la victoria en la Guerra de Trípoli (1801-1805), la primera
significativa que Estados Unidos libró en el exterior. Pero su decisión
más importante fue la compra de Luisiana, con la que duplicó el tamaño
del territorio.
2.- James Madison (1809-1917):
apodado como «el padre de la Constitución», fue el único presidente de
la historia que tuvo que huir de la Casa Blanca por el ataque de tropas
enemigas, en este caso, las inglesas, que llegaron a incendiar la
residencia presidencial en la guerra que mantuvieron entre 1812 y 1815.
Aunque el ejército americano sufrió fuertes derrotas al principio, los
estadounidenses le escogieron para un segundo mandato. Poco después, la
humillación para Madison y su Gobierno fue insuperable, hasta el punto
de que el presidente fue acusado de cobarde por no estar en la Casa
Blanca durante el asalto inglés.
3.- James Monroe (1817-1825):
ya durante su primer mandato comenzó a apaciguar las tensiones
políticas entre federalistas y republicanos, y logró incorporar nuevos
estados en el oeste, además de Florida, lo que probablemente le mereció
la confianza de los estadounidenses para gobernar otros cuatro años.
4.- Andrew Jackson (1829-1837):
al séptimo presidente de Estado Unidos, el primero de origen humilde y
nacido en el sur, se le reconoce el papel de defensor del hombre
corriente y trabajador. Más de 20.000 personas le acompañaron en su
victoria, permitiendo que estos, ante la mirada de una élite política
horrorizada, entraran en la Casa Blanca y causaran destrozos en el
mobiliario. Pero fue precisamente este populismo el que le valió la
reelección al primer presidente demócrata, con el 54,23% de los votos.
Aquella segunda campaña electoral giró en torno a la polémica por el
Segundo Banco de los Estados Unidos, al que Jackson se negaba a
renovarle la concesión del poder federal. Una polémica que el presidente
logró presentar como un enfrentamiento entre los intereses de la élite y
los del pueblo llano.
5.- Hiram Ulysses Grant (1869-1877):
más de 40 años tuvieron que pasar para que un presidente fuera
reelegido. Había ganado la primera vez, con 46 años, con 300.000 votos
de ventaja, convirtiéndose en el presidente más joven de Estados Unidos.
Fue reelegido en 1872 para un segundo mandato marcado por la crisis
económica y unas altas cotas de impopularidad, a causa, entre otras
cosas, de los casos de corrupción descubiertos en su gabinete y dentro
de su familia, ambos relacionados con la construcción del ferrocarril.
6.- Grover Cleveland (1885-1889 y 1893-1897):
con su reelección se convirtió en el único presidente del país en tener
dos mandatos no consecutivos. Los objetivos de aquella segunda campaña
fueron reducir las tarifas proteccionistas y detener la descontrolada
producción de monedas de plata, pero entre 1893 y 1897, recibió fuertes
críticas a causa de la grave crisis económica y la pérdida del control
del partido demócrata. Sin embargo, sus seguidores siempre admiraron su
honestidad, la independencia de criterio y su adherencia a los
principios del liberalismo.
7.- Theodore Roosevelt (1901-1909):
es uno de los presidentes más famosos de la historia, a causa de su
gran liderazgo dentro del movimiento progresista y de su personalidad de
«cowboy», además de por sus logros. Un año después de su reelección, en
1906, incluso se le otorgó el premio Nobel de la Paz por su mediación
en el fin de la guerra entre Rusia y Japón. Durante su primer mandato se
retiraron las tropas de Cuba e impulsó la construcción del Canal de
Panamá, entre otras cosas. Medidas que le valieron para ganar sus
segundas elecciones.
8.- Woodrow Wilson (1913-1921):
fue el presidente de la Primera Guerra Mundial y durante su primer
mandato llevó a cabo una política exterior intervencionista en
Iberoamérica, creó el servició militar obligatorio y implementó
importantes políticas sociales, tales como el establecimiento de la
jornada laboral de 8 horas o la inserción de la minoría judía en la vida
política. Tras su reelección en 1917, abandonó la neutralidad en la
gran guerra y entró en la «Triple Entente», inclinando la victoria hacia
este lado.
9.- Calvin Coolidge (1923-1929):
le tocó presidir Estados Unidos los años previos al gran crack del 29,
preservando los viejos preceptos morales y económicos, en medio de la
riqueza material que gozaban muchos estadounidenses. Además, fomentó el
aislacionismo exterior y se negó a subir los impuestos para preservar el
crecimiento económico experimentado por los estadounidenses en los
«felices años veinte», lo que sin duda le ayudaría en su reelección
(sólo gravó el 2% sobre la renta). Sin embargo, rechazó usar el poder
federal para mejorar la condición de agricultores y algunas industrias.
10.- Franklin Delano Roosevelt (1933-1945):
fue el único presidente que ganó cuatro elecciones presidenciales y,
por lo tanto, el más longevo de la historia de Estados Unidos. Su
primera campaña fue un éxito rotundo, postulándose nuevamente en 1936,
1940 y 1944, que ganó con relativa facilidad. Puede que este éxito se
debiera a su política económica del «New Deal» durante sus primeros años
de gobierno, que consistió en estimular el gasto público, invirtiendo
en todo tipo de obras públicas, como hidroeléctricas, carreteras o
escuelas. El país se modernizó significativamente con este presidente
demócrata.
11.- Dwight D. Eisenhower (1953-1961):
el primer presidente en visitar España llegó a la Casa Blanca con la
promesa de poner fin a la corrupción de la clase política, el comunismo y
la Guerra de Corea. Una vez en el poder, destacó por su disminución de
la segregación racial y el enorme desarrollo de las autopistas, así como
por el uso disuasivo de las armas nucleares durante la Guerra Fría o la
intervención en cualquier conflicto del mundo en el que observara la
influencia de la URSS. En su reelección obtuvo el 57,4% de los votos,
más de dos puntos por encima de lo obtenido en sus primeros comicios.
12.- Richard Nixon (1969-1974):
el presidente al que tumbo el caso Watergate logró su reelección antes
de que se destapara el escándalo de las escuchas ilegales. En la primera
intervención tras ganar sus primeras elecciones realizó unos de los
discursos más famosos de la historia, el conocido como «Mayoría
Silenciosa», en el que intentó unir a los estadounidenses para resolver
la crisis ocasionada por la Guerra de Vietnam. Tal fue el nivel de
popularidad alcanzado con la retirada gradual de las tropas, que su
reelección fue fácil. Obtuvo nada menos que el 60,67% de los votos. Fue
una de las victorias electorales más aplastantes de la historia de
Estados Unidos, que sólo pudo disfrutar dos años.
13.- Ronald Reagan (1981-1989):
el antiguo actor llegó a la Casa Blanca con el 50,75% de los votos, que
consiguió ampliar hasta el 58,77% en su reelección de 1985. Sus
mandatos estuvieron marcados por las osadas iniciativas económicas que
acometió, y que se conocieron bajo el nombre de «reaganomics». Estas se
centraron en la desregularización del sistema financiero y las rebajas
substanciales de impuestos en 1981. Mientras, la segunda legislatura
estuvo marcada por asuntos internacionales como el final de la Guerra
Fría o el bombardeo de Libia.
14.- Bill Clinton (1993-2001):
fue el tercer presidente más joven de la historia, tras vencer a George
Bush padre con el 43,01% de los votos. Un porcentaje que amplió hasta
el 49,23% en la reelección de 1996 frente a Bob Dole. Al final de sus
dos candidaturas, Clinton y su Gobierno dejaron la economía del país con
un superávit de 559.000 millones de dólares. Pero al margen de los
logros, su segundo mandato se vio ampliamente afectado por la extensa
cobertura que los medios realizaron de los escándalos sexuales del
presidente con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky. Y aún así,
al final de su segunda legislatura logró una aprobación de su gestión
del 66%, la más alta para un presidente de Estados Unidos desde la
Segunda Guerra Mundial.
15.- George W. Bush (2001-2009):
algunos medios le han calificado como uno de los peores presidentes de
la historia de Estados Unidos. A pesar de las fuertes críticas recibidas
a nivel mundial por su intervención en Irak y Afganistán, el líder
republicano logró la reelección con el 50,7% de los votos frente a John
Kerry, en unos polémicos comicios a causa del voto electrónico, que
acabaron con la intervención de la Corte Suprema. Al final del su
mandato, los índices de popularidad que alcanzó fueron muy bajos en
Estados Unidos y el mundo entero, sobre todo a causa de los costes
económicos y en vidas humanas que acarrearon su política de seguridad y
su famosa «guerra contra el terror», que marcaron toda su carrera
presidencial tras los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York.
16.- Barack Obama (2009-actualidad):
el primer presidente afroamericano de la historia ha logrado su
reelección con un voto popular muy igualado entre los dos candidatos,
confirmando la gran polarización anunciada por las encuestas. El
republicano Mitt Romney fue por delante toda la noche en el voto global y
sólo al final quedó por detrás, con un reparto casi al 50%, que hace a
Obama merecedor de entrar el club de los presidentes que ganan dos o más
elecciones. Las graves consecuencias de la crisis económica de su
primer mandato –16 billones de dólares de deuda acumulados y millones de
empleos destruidos– no han resultado decisivas.