Enero es el mes de las dietas porque entre los propósitos de Año Nuevo casi siempre está: adelgazar. El gimnasio se satura y el refrigerador se llena de comida saludable con tal de tener el cuerpo ideal para el verano.
Pero eso sí, hay quienes recurren a más que el ejercicio y la comida sana para bajar de peso con tal de hacerlo rápido. De ahí que incluso llegan a poner sus vidas en peligro. Y es que, ¿de cuántas dietas extremas no hemos escuchado hablar? A continuación te presentamos una serie de ellas que a pesar de que fueron populares no son buenas para la salud. Con información de planetacurioso.com.
La solitaria. Muchos bromean con tener una "solitaria" en el estómago, pero resulta que la broma en realidad viene de principios de 1900, cuando se acostumbraba a tomar píldoras que contenían huevos de lombriz solitaria. ¡Aunque no lo creas! La gente esperaba a que las lombrices crecieran dentro del intestino para que se alimentaran de la comida que ellos ingerían y así bajar de peso a causa de las diarreas y vómito que esto provocaba. Cuando lograban obtener los kilos de menos que querían, se desparasitaban, pero no era tan fácil porque hacerlo traía fuertes dolores abdominales y rectales. Eso lo hacían sin tomar en cuenta que una solitaria puede llegar a medir hasta 9 metros, provocar epilepsia, demencia, problemas de vista y otras complicaciones. Aun así fue una dieta muy exitosa.
Arsénico. ¿Aún los encontramos? Hace algunos años, había hombres vendiendo productos que aseguraban bajar de peso casi mágicamente. El ingrediente secreto era arsénico y la gente no lo sabía, así que muchas personas seguramente murieron envenenadas al tomar más de lo debido de este producto "mágico".
Vinagre. En la época del romanticismo, Lord Byron, conocido como uno de los poetas más versátiles de la época, cuidaba mucho su figura y recurría a una dieta que terminó haciéndose famosa: la dieta del vinagre; consistía en beber todos los días una taza de vinagre y comer papas. La idea era purgar el organismo, así que eran varias las personas que decidían seguir este método con tal de tener unja figura esbelta.
Masticar y escupir. La idea es quitarle todos los nutrientes a la comida por medio de estarla masticando; cuando lo habían logrado, masticar hasta dejar muy bien molido todo, era momento de escupir, porque así la materia fibrosa no entraba al organismo y no se engordaba. Las personas que seguían esta técnica lograban defecar apenas una vez cada dos semanas porque realmente no comían nada. Franz Kafka fue un seguidor de la dieta.
Caucho. No se lo comían, pero lo usaban para hacer corsés y hasta calzones que hicieran presión y causaran sudoración para bajar de peso. Lo malo es que la piel se dañaba debido a la humedad y se hacía mucho más propensa a tener infecciones. Cuando llegó la Primera Guerra Mundial, esta moda desapareció.
Dietas extremas que a la fecha se repiten, tal vez no de la misma forma, pero sí por peligrosas. Mira estas que comparte vanguardia.com.
Atún y manzana. Se trata de un régimen alimenticio donde únicamente se ingiere eso: una manzana y una lata de atún, durante todo el día. Esta fue la que siguió el actor Christian Bale para el papel que interpretó en la cinta El Maquinista (2004).
Parche en la lengua. La idea es coser una malla de polietileno en la lengua para producir dolor al momento de comer alimentos sólidos, lo que obliga a las personas a llevar una dieta líquida. Una dieta que augura enfermedad, ya que para llevar una dieta sana hay que ingerir todo tipo de alimentos para no dañar el organismo.
Inyecciones de orina. Se supone que la orina que proviene de mujeres embarazadas es la ideal, porque ésta tiene una hormona que ayuda al metabolismo a ser más rápido. Se dice que se pueden perder hasta 20 kilos en seis meses. La dieta se complementa al consumir apenas 500 calorías diarias. Sin embargo, este régimen alimenticio es de los más peligrosos que existen porque inyectar orina a la sangre puede provocar la muerte a causa de septicemia, casi instantánea. Además, se engaña al cuerpo y se le hace creer que está en proceso de embarazo y crear desequilibrio en las personas. Por otro lado, consumir apenas 500 calorías es lo que realmente hace bajar de peso y no la inyección.
Comer por la nariz. Olvídate de comer... por la boca. Lo que se hace es aplicar una mezcla de proteínas, grasas y agua por un tubo de goteo que se introduce por la nariz hasta llegar al estómago. Se tiene que traer puesto el tubo durante las 24 horas y se consumen 800 calorías al día. Una dieta que además de extraña, resulta ser la provocadora de diferentes males como deshidratación, dolor de cabeza, cálculos renales, estreñimiento y hasta mal aliento. Con esto, dicen, se pueden reducir hasta 9 kilos en 10 días.
Anillo para adelgazar. Al igual que el caucho, hoy en día las personas buscan cualquier cosa que les prometa bajar de peso, así que muchos han confiado en un supuesto anillo que adelgaza. Se supone está hecho con imanes y metales especiales que actúan en el cuerpo. Se dice que es un tratamiento milenario que inventaron monjes chinos al mezclar la acupuntura y la magnetoterapia.