lunes, enero 14, 2013

Una gigantesca mancha solar apuntará a la Tierra en días

Diez veces mayor que nuestro planeta, puede producir llamaradas de clase X, las más intensas de las que es capaz el Sol.

Una nueva y gigantesca mancha fue detectada hace dos días sobre la superficie del Sol. Su nombre es AR 1654, es diez veces mayor que la Tierra y se mueve lentamente, con la rotación solar, para terminar apuntando, dentro de unos días, directamente hacia nuestro planeta.

Según la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) la actividad magnética de esta región indica que existe un 5% de probabilidades de que AR 1654 produzca en los próximos días llamaradas de la clase X, las más intensas de las que es capaz el Sol. Lo que sí es seguro es que generará llamaradas de la clase M. Según cuál sea su intensidad, las llamaradas solares se clasifican, de menor a mayor, con las letras A, B, C, M y X.

En estos momentos, y como si de un inmenso cañón se tratara, la gran mancha se mueve lentamente hacia una posición que la situará justo en frente de la Tierra. Según SpaceWeather.com, AR 1654 "podría ser la mancha solar que rompa la reciente y larga temporada de calma en el clima espacial alrededor de nuestro planeta".

La imagen sobre estas líneas, obtenida por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA, muestra la estructura de la mancha, que se extiende a lo largo de decenas de miles de km. sobre la superficie del Sol. En la esquina inferior derecha, una imagen de la Tierra da idea de las dimensiones de AR1654.

 

 

Llamarada de clase M1


Hasta el momento, la mancha ha generado ya una llamarada de la clase M1, que fue captada por los instrumentos del SDO y que puede verse en el vídeo sobre estas líneas. La llamarada no ha afectado a la Tierra, ya que cuando fue liberada la mancha no apuntaba aún hacia nosotros.

Sin embargo, AR1654 sigue creciendo y moviéndose. Los astrónomos estarán muy pendientes de su evolución y vigilarán de cerca su acvtividad para alertarnos con tiempo de una llamarada que, eventualmente, podría afectar al funcionamiento de nuestros satélites y sistemas de comunicaciones.