En este sentido, las autoridades israelíes ven a la mayoría de los inmigrantes africanos como visitantes ilegales en busca de trabajo, y rechazan en gran medida la posición de los grupos de derechos humanos al respecto.
Según los grupos de derechos humanos, muchos de estos inmigrantes han huido de sus países en busca de asilo político.
Rozin afirmó que el régimen de Tel Aviv tiene un acuerdo con Uganda para que reciba a decenas de miles de inmigrantes eritreos y sudaneses que residen sin papeles en los territorios ocupados palestinos y que serán perseguidos por las autoridades si no se marchan.
Un comunicado emitido la noche del jueves por el ministro israelí del interior, Gideon Saar, reveló que este régimen comenzará un proceso de deportar a los inmigrantes, la mayoría de los cuales han cruzado la frontera con Egipto desde 2006.
No obstante, los grupos pro derechos humanos han denunciado que el régimen de Israel ha encarcelado a centenares de inmigrantes africanos como una medida para obligarles que abandonen los territorios ocupados.