viernes, agosto 30, 2013

La situación de las fuerzas extranjeras cerca de Siria

Los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Rusia, China, Francia, EE.UU. y Reino Unido- continúan sin alcanzar un consenso sobre un posible ataque contra Siria. Mientras tanto realizan movimientos en la zona.

Se estima que EE.UU. cuenta con 15 naves de guerra en las aguas cercanas a Siria, entre ellas dos portaaviones. Además cuenta con bases en lugares estratégicos como Turquía o Baréin.

A pesar de que para conseguir un mandato de la ONU que autorice una acción militar es necesario que los cinco miembros permanentes coincidan en su postura, la Casa Blanca ha anunciado que la votación del Parlamento británico en contra de una intervención en el país árabe no va a disuadir a EE.UU. de tomar su propia decisión con respecto a Siria.

Antes de producirse la votación en Londres, Reino Unido envió seis aviones a su base de Akrotiri, en Chipre, en una medida para proteger los intereses británicos con motivo de las crecientes tensiones en Siria, según declaró el Ministerio de Defensa del país.

La decisión de los parlamentarios en Londres coincide con la posición que ha defendido Rusia, donde el Gobierno de Moscú ha dejado claro en repetidas ocasiones que no apoyará una acción militar y aboga por una salida dialogada del conflicto, posición que es respaldada por China.

Por su parte, Francia desplaza a las costas de Siria su más moderna y sigilosa fragata de defensa antiaérea Chevalier Paul, informan los medios galos.

Los miembros permanentes han estado desempolvando su maquinaria militar que tienen desplegada en la zona del Mediterráneo y en las cercanías de Siria.

Este es el mapa de la situación actual de las tropas y el armamento de estos países, además de una selección que representa la capacidad bélica de Siria.



La decisión de Londres de no atacar Siria es "un balde de agua fría" para EE.UU.


La decisión del Parlamento británico de abstenerse de participar en el ataque a Siria ha puesto a Barack Obama en una situación muy difícil, señala el analista político Carlos Alberto Pereyra Mele.

"Es cierto que el abandono del Reino Unido, el aliado principal de EE.UU. en esta campaña que quiere iniciar el presidente Obama, es un val de agua fría a las intenciones de instalar un ataque preventivo sobre la república de Siria", sostiene el experto.

Esto podría hacer que el Gobierno estadounidense vuelva a considerar la idea del ataque, cree Pereyra Mele, que opina que "estas discusiones pueden a su vez llevar a largas esta posibilidad de otorgarle o no el mandato al presidente de EE.UU. de poder iniciar estas operaciones por encima de cualquier decisión que tomen las Naciones Unidas o fuera de las decisiones que tome el Consejo de Seguridad de la ONU". "Evidentemente es un cuello de botella para la Administración de Obama", añade.