La dominación de EE.UU., que después de la Guerra Fría determinaba la agenda internacional, ha terminado y no podrá restablecerse durante la vida de la próxima generación, manifestó el exconsejero de Seguridad Nacional, Zbigniew Brzezinski.
Ninguna de las potencias mundiales puede alcanzar la hegemonía mundial en las condiciones actuales, por lo que EE.UU. debe elegir mejor los conflictos en los que va a participar, ya que las consecuencias de un error podrían ser devastadoras, declaró durante una conferencia en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS) de la Universidad Johns Hopkins
Zbigniew Brzezinski, consejero de Seguridad Nacional del presidente Jimmy Carter y primer director de la Comisión Trilateral, una organización internacional privada fundada por iniciativa de David Rockefeller para fomentar una mayor cooperación entre EE.UU., Europa y Japón.
El que se considera uno de los más influyentes especialistas en política exterior, y que durante décadas configuró el curso geoestratégico de Washington, subrayó que a EE.UU. le ha llegado la hora de entender que el mundo contemporáneo es mucho más complicado y más anárquico que en los últimos años después de la Guerra Fría, por lo que la "acentuación de nuestros valores, así como la convicción en nuestro 'excepcionalismo' y universalismo, son al menos prematuras desde el punto de vista histórico".
Sin embargo, el excongresista republicano Ron Paul tiene una visión todavía menos optimista de las perspectivas de EE.UU. que el veterano de la escena política estadounidense. En una entrevista con una emisora de radio, el excandidato a las elecciones presidenciales de 2012 precisó que el imperio estadounidense "podría colapsar" igual que lo hizo la Unión Soviética.
"Antes creíamos que el sistema estaba más sano de lo que en realidad estaba ", agregó Paul, subrayando que lo mismo se decía de la URSS. "Piensen solo en lo rápido que desapareció el sistema soviético", señaló.
"Probablemente, en cierta manera estamos en la misma situación que la URSS en 1987, varios años antes de su desaparición", concluyó Paul.
Zbigniew Brzezinski, consejero de Seguridad Nacional del presidente Jimmy Carter y primer director de la Comisión Trilateral, una organización internacional privada fundada por iniciativa de David Rockefeller para fomentar una mayor cooperación entre EE.UU., Europa y Japón.
La convicción en nuestro 'excepcionalismo' y universalismo son al menos prematuras desde el punto de vista histórico"Es cierto que nuestra posición dominante [en la política internacional] no es la misma que hace 20 años", declaró Brzezinski, constatando que es poco probable que esa sea restaurada a corto o medio plazo. Asimismo, el analista subrayó que desde 1991 EE.UU., en su estatus de la potencia mundial, "no ha ganado ni una sola guerra".
El que se considera uno de los más influyentes especialistas en política exterior, y que durante décadas configuró el curso geoestratégico de Washington, subrayó que a EE.UU. le ha llegado la hora de entender que el mundo contemporáneo es mucho más complicado y más anárquico que en los últimos años después de la Guerra Fría, por lo que la "acentuación de nuestros valores, así como la convicción en nuestro 'excepcionalismo' y universalismo, son al menos prematuras desde el punto de vista histórico".
Sin embargo, el excongresista republicano Ron Paul tiene una visión todavía menos optimista de las perspectivas de EE.UU. que el veterano de la escena política estadounidense. En una entrevista con una emisora de radio, el excandidato a las elecciones presidenciales de 2012 precisó que el imperio estadounidense "podría colapsar" igual que lo hizo la Unión Soviética.
"Antes creíamos que el sistema estaba más sano de lo que en realidad estaba ", agregó Paul, subrayando que lo mismo se decía de la URSS. "Piensen solo en lo rápido que desapareció el sistema soviético", señaló.
El imperio de EE.UU. "podría colapsar" como lo hizo la Unión SoviéticaSegún el excongresista, en el futuro inevitablemente EE.UU. tendrá que hacer frente a preguntas incomodas acerca de su política monetaria, el déficit presupuestario, los límites de la deuda pública o la presencia de tropas estadounidenses en el extranjero. "Todo tiene que terminar, y así será, porque fracasará. Creo que deberíamos anticiparnos a los acontecimientos y verlo como una oportunidad", recalcó.
"Probablemente, en cierta manera estamos en la misma situación que la URSS en 1987, varios años antes de su desaparición", concluyó Paul.