China obtendría importantes beneficios si el mundo se 'desamericanizara', según expone el analista Pepe Escobar en un extenso artículo donde explica cómo sería el mundo si el gigante asiático desbancara a EE.UU. económicamente.
"Quizá sea un buen momento para que el mundo, confundido, empiece a considerar la construcción de un mundo desamericanizado", señalaba un artículo publicado recientemente por la agencia de noticias china Xinhua.
Aunque la publicación se ha convertido en objeto de discusión en numerosos medios de comunicación, según Escobar, Pekín lleva un tiempo preparándose para hacer frente a la recesión económica de EE.UU.
"A pesar de sus importantes problemas internos y desafíos sociopolíticos, China tiene razones de sobra para estar en lo más alto", escribió el periodista y analista internacional.
EE.UU. subestima la osadía de China de posicionarse como superpotencia económica por su cuenta y riesgo. Y es que el PIB per cápita en China alcanzó en 2012 los 6.100 dólares, frente a los 50.000 dólares en EE.UU. Sin embargo, el país asiático tiene como objetivo cuadriplicar su PIB para el año 2020.
Según el experto, los líderes de Pekín imaginan un futuro en el que China sea la mayor economía de un mundo megaconectado al gigante asiático.
China se convertiría en el Poder Supremo del Comercio, es decir, una nación que continuará siendo fundamental en la oferta mundial de bienes, además de la principal cadena de producción global.
Asimismo, contará con unos 195 millones de graduados universitarios, superando así la fuerza laboral de EE.UU., y habrá participado en el proceso de urbanización más importante del mundo con la creación de 221 nuevas ciudades con más de 1 millón de personas cada una para 2025, señala Escobar.
El bloqueo del cuello de botella del estrecho de Malaca por parte de buques de guerra de EE.UU. no supondría preocupación alguna para China gracias a un nuevo puente terrestre en Eurasia continental que lo conectaría con Bangladés, India, Irán y Turquía, ente otros países. Todo ello sin olvidar la construcción del canal interoceánico en Nicaragua, que China planea financiar, agrega el analista internacional, que promovería las relaciones comerciales de Pekín con numerosas naciones.
"Pekín sigue comprando dólares solo porque, por el momento, esta es la moneda de reserva global", subrayó el experto, quien recordó que "se necesitan dólares para el comercio de petróleo".
Tanto Pekín como Moscú saben que, para que el sistema cambie, es esencial que la nueva moneda de reserva sea totalmente respaldada por el oro (o la plata), así que parte del plan chino es acumular tanto oro como sea posible para respaldar el emergente yuan convertible, subrayó.
De acuerdo con el periodista, se trata de un proyecto que tardará en materializarse. Sin embargo, Pekín ha estado trabajando en ello desde hace cinco años y puede que el yuan sea plenamente convertible en 2017, agregó.
"El cambio real se producirá cuando el petrodólar sea igualado", resaltó Escobar en su artículo. Entonces algunas 'petromonarquías' podrían comenzar a apostar por los 'petroyuanes', y en ese momento se alcanzaría el mundo 'desamericanizado' que tanto desea china, concluyó.
Aunque la publicación se ha convertido en objeto de discusión en numerosos medios de comunicación, según Escobar, Pekín lleva un tiempo preparándose para hacer frente a la recesión económica de EE.UU.
"A pesar de sus importantes problemas internos y desafíos sociopolíticos, China tiene razones de sobra para estar en lo más alto", escribió el periodista y analista internacional.
EE.UU. subestima la osadía de China de posicionarse como superpotencia económica por su cuenta y riesgo. Y es que el PIB per cápita en China alcanzó en 2012 los 6.100 dólares, frente a los 50.000 dólares en EE.UU. Sin embargo, el país asiático tiene como objetivo cuadriplicar su PIB para el año 2020.
Una superpotencia económica bien comunicada
Según el experto, los líderes de Pekín imaginan un futuro en el que China sea la mayor economía de un mundo megaconectado al gigante asiático.
China se convertiría en el Poder Supremo del Comercio, es decir, una nación que continuará siendo fundamental en la oferta mundial de bienes, además de la principal cadena de producción global.
Asimismo, contará con unos 195 millones de graduados universitarios, superando así la fuerza laboral de EE.UU., y habrá participado en el proceso de urbanización más importante del mundo con la creación de 221 nuevas ciudades con más de 1 millón de personas cada una para 2025, señala Escobar.
El bloqueo del cuello de botella del estrecho de Malaca por parte de buques de guerra de EE.UU. no supondría preocupación alguna para China gracias a un nuevo puente terrestre en Eurasia continental que lo conectaría con Bangladés, India, Irán y Turquía, ente otros países. Todo ello sin olvidar la construcción del canal interoceánico en Nicaragua, que China planea financiar, agrega el analista internacional, que promovería las relaciones comerciales de Pekín con numerosas naciones.
Sin perder de vista el 'petroyuán'
"Pekín sigue comprando dólares solo porque, por el momento, esta es la moneda de reserva global", subrayó el experto, quien recordó que "se necesitan dólares para el comercio de petróleo".
Tanto Pekín como Moscú saben que, para que el sistema cambie, es esencial que la nueva moneda de reserva sea totalmente respaldada por el oro (o la plata), así que parte del plan chino es acumular tanto oro como sea posible para respaldar el emergente yuan convertible, subrayó.
De acuerdo con el periodista, se trata de un proyecto que tardará en materializarse. Sin embargo, Pekín ha estado trabajando en ello desde hace cinco años y puede que el yuan sea plenamente convertible en 2017, agregó.
"El cambio real se producirá cuando el petrodólar sea igualado", resaltó Escobar en su artículo. Entonces algunas 'petromonarquías' podrían comenzar a apostar por los 'petroyuanes', y en ese momento se alcanzaría el mundo 'desamericanizado' que tanto desea china, concluyó.