El Ayuntamiento de Granada, España, ha ordenado construir un aparcamiento donde se encuentra una villa romana del siglo I y recolocar los restos del antiguo asentamiento.
La villa romana de Los Mondragones de Granada fue descubierta en abril del año pasado, durante la construcción de un garaje para un centro comercial. El único hallazgo arqueológico en la historia de la ciudad española de momento fue considerado de gran interés cultural.
Sin embargo, según informa el diario 'El Mundo', la Junta de Andalucía junto al Ayuntamiento de la ciudad han decidido continuar las obras de construcción en el lugar, desmontando la mayor parte de los restos arqueológicos.
Hace pocas semanas la Academia de Bellas Artes de Granada emitió un comunicado reclamando la declaración del yacimiento como Bien de Interés Cultural (BIC) y advirtiendo a las autoridades locales que con esta decisión "cometían un atropello contra el patrimonio".
De acuerdo con los arqueólogos, en el territorio de la antigua villa romana se encontraban los restos de una casa de una familia acomodada, con mosaicos en buen estado, un molino de aceite y un templo del siglo VI con una zona de enterramientos.
No obstante, pese a todas las críticas, peticiones y el valor cultural del descubrimiento, la Consejería de Cultura andaluza ha negado la catalogación de la villa como BIC, argumentando que el yacimiento ya está protegido, refiriéndose a la construcción de un futuro museo que, por su parte, ocupará 1.000 metros cuadrados de los 5.000 de la villa.
Sin embargo, según informa el diario 'El Mundo', la Junta de Andalucía junto al Ayuntamiento de la ciudad han decidido continuar las obras de construcción en el lugar, desmontando la mayor parte de los restos arqueológicos.
Hace pocas semanas la Academia de Bellas Artes de Granada emitió un comunicado reclamando la declaración del yacimiento como Bien de Interés Cultural (BIC) y advirtiendo a las autoridades locales que con esta decisión "cometían un atropello contra el patrimonio".
De acuerdo con los arqueólogos, en el territorio de la antigua villa romana se encontraban los restos de una casa de una familia acomodada, con mosaicos en buen estado, un molino de aceite y un templo del siglo VI con una zona de enterramientos.
No obstante, pese a todas las críticas, peticiones y el valor cultural del descubrimiento, la Consejería de Cultura andaluza ha negado la catalogación de la villa como BIC, argumentando que el yacimiento ya está protegido, refiriéndose a la construcción de un futuro museo que, por su parte, ocupará 1.000 metros cuadrados de los 5.000 de la villa.